La cantera de El Jaralón es una antigua explotación de pórfidos abandonada en torno a 1980, que presentaba un estado de deterioro importante y peligroso en ciertas zonas. La Comunidad de Madrid, a través del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, desde 2020 está abordando el proyecto de restauración ambiental y paisajística.
La Sierra de Guadarrama ha sido intensamente habitada desde hace mucho tiempo. Algunos de los restos que nos quedan de la actividad humana son patrimonio cultural y reflejan una forma diferente de vivir y de relacionarse con el medio y deben de ser preservados. Otros sin embargo son heridas abiertas por un uso abusivo del monte o huellas de usos y aprovechamientos que aportan más impacto al paisaje que información sobre nuestros ancestros.
Los puertos de montaña son unas de las principales puertas del parque La restauración ambiental y la ordenación y adecuación para su uso público y la mejora de la visita, ha sido la que ha motivado estas actuaciones
Bordes lineales en una masa de pinar. Autor Ignacio GranadosParte de las masas arboladas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama tienen su origen en repoblaciones forestales realizadas en diferentes momentos del siglo XX. La Ley 7/2013 de declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en su artículo 3 las considera un impacto ambiental e insta para tomar medidas de corrección a través de su naturalización.
Uno de los mayores problemas ambientales en la actualidad es la proliferación de especies invasoras, responsable de una gran perdida de biodiversidad en todo el mundo.
A principios de los años 90 del siglo pasado, la laguna de Peñalara presentaba un lamentable estado de conservación. La Comunidad de Madrid realizó una restauración ecológica que ha permitido recuperar esta laguna.
En la Sierra de Guadarrama se ha llevado a cabo uno de las actuaciones más reseñables en materia de conservación: El desmantelamiento completo y restauración ecológica de una estación de esquí alpino (Valcotos).