Investigaciones y estudios

En el conjunto de la flora del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su zona periférica de protección destaca un grupo numeroso de especies de interés para la conservación, por su rareza o su distribución restringida. Algunas de ellas se encuentran catalogadas como protegidas. Se está realizando un inventario de todas estas especies, además de su localización en el territorio, con el fin de definir áreas prioritarias para la conservación.

Periódicamente vamos recopilando los artículos científicos relacionados con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Te mostramos los publicados en los últimos 15 años.

Las repoblaciones con perdiz de granja en toda España, han provocado una situación límite en las poblaciones salvajes de perdiz roja, víctima de la introgresión genética con altos niveles de hibridación de perdiz turca, cuyas sueltas se producen a millones durante la temporada cinegética. A través de una colaboración con el IREC-CSIC, llevamos varios años evaluando el riesgo de introgresión genética procedente de los cotos de caza del piedemonte serrano.

En 2023 se inició un estudio para evaluar el estado de conservación del gato montés en el parque nacional y en su zona periférica de protección, a través de una colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos. Este tipo de estudios son claves para la conservación de la especie, pero entrañan gran dificultad por el carácter esquivo y poco abundante de este carnívoro.

Antes de la declaración del parque nacional se completó la cartografía de la vegetación de la comarca forestal del antiguo Parque Natural de Peñalara, que incluye los términos municipales de Rascafría, Alameda del Valle y Pinilla del Valle.

La colonia de la ZEPA Alto Lozoya posee un gran interés de cara a la conservación de la especie en el centro de la península ibérica, ya que acoge aproximadamente al 4% de la población española. El programa de marcaje iniciado en 1997 ha proporcionado información clave para entender la ecología de la especie y desarrollar estrategias efectivas de conservación. Este marcaje ha permitido obtener información valiosa sobre la biología, ecología y comportamiento de esta especie, así como sobre los factores que amenazan su supervivencia.

En el monte Cabeza de Hierro (Alto Lozoya), hay algunas balsas de agua artificiales que se crearon en la década de los 80 del siglo pasado con el fin de disponer de puntos de agua en caso de incendio. Tras varias décadas, estás balsas se encuentran muy naturalizadas y presentan interesantes valores ecológicos.

Tras muchos años de introducción de truchas foráneas procedentes de piscifactoria, es necesario conocer hasta que grado están hibridadas las poblaciones de trucha autóctona de la sierra de Guadarrama.

Se han estudiado los posibles efectos sobre unas charcas experimentales en el Macizo de Peñalara de la aplicación de un tratamiento in situ contra la quitridiomicosis, una enfermedad infecciosa que afecta a los anfibios, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), a quien se le achaca el declive, incluso de la extinción local del sapo partero común.

En la sierra de Guadarrama hay multitud de charcas y lagunas de alta montaña. El inventario y caracterización de estos ecosistemas permite conocerlos y tomar las medidas de gestión adecuadas para su conservación.

En la sierra de Guadarrama el aumento de la temperatura media anual está ocasionando que muchas poblaciones estén adaptando su ciclo biológico, e incluso desapareciendo por pérdida de su disponibilidad de hábitats. En este sentido, los invertebrados acuáticos son excelentes indicadores de los procesos globales, como por ejemplo el calentamiento global.

Se ha realizado un estudio de las mariposas diurnas de la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama, con especial atención a cuatro especies de montaña.

En la sierra de Guadarrama existen varias pequeñas poblaciones e individuos aislados de olmo de montaña (Ulmus glabra). Se está realizando un control del estado de estas poblaciones y se están aplicando medidas de conservación.

La liebre ibérica que actualmente puebla la sierra de Guadarrama guarda en su ADN una historia evolutiva relacionada directamente con la liebre de montaña, que actualmente puebla el norte de Europa, que pone en valor el papel de la sierra de Guadarrama como refugio de especies en la época glaciar. Llevamos más de 11 años recopilando muestras tanto de Guadarrama como de las zonas de piedemonte con el objetivo de descubrir cuánto del ADN de la antigua liebre de montaña persiste en las poblaciones actuales y cómo esto podría influir en su adaptación a los ambientes montaña.