Clima de la sierra de Guadarrama
La Sierra de Guadarrama, junto a Gredos y Ayllón, conforman el denominado Sistema Central. Esta alineación montañosa que discurre en sentido oeste-este mayoritariamente, diferencia el clima mediterráneo continental de las dos submesetas. La orografía del Sistema Central incide directamente sobre la climatología de la Península ibérica, diferenciándose al norte del Sistema Central como clima templado con veranos secos y templados (Csb según clasificación climática de Köppen) y en el sur con veranos secos y calurosos (Csa). El clima Csb es el clima predominante de la Sierra de Guadarrama.
Este clima mediterráneo continental, típico del interior peninsular, se solapa en la Sierra de Guadarrama con el clima de montaña, de inviernos muy fríos y veranos secos y frescos. En la Sierra de Guadarrama existe un gradiente en la precipitación y temperatura a medida que aumenta la altitud, de manera que las precipitaciones son más abundantes y, en general, en forma de nieve. Por el contrario, la temperatura disminuye con la altitud.
Otra característica importante de la Sierra de Guadarrama es su acusada continentalidad, es decir, un contrate térmico acusado. Esta característica, junto a la variabilidad local que origina la topografía de la Sierra de Guadarrama - elevación, pendiente, orientación y modelado de Montes Carpetanos y Cuerda Larga que condiciona la circulación de las masas de aire -, así como las distancias al océano Atlántico y al Mediterráneo, hacen del Guadarrama un auténtico mosaico de regiones climáticas particulares. A su vez, las regiones climáticas condicionan los patrones de vegetación y la fauna que existe en el Guadarrama.
El clima modela el paisaje, y como ejemplo más característico del Guadarrama destaca la geomorfología debida a procesos periglaciares actuales, y glaciares (ocurridos hace miles de años) en el macizo de Peñalara, originando los circos, morrenas y lagunas de alta montaña.
A un nivel más local, la climatología del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se puede asociar a los datos históricos observados en la estación meteorológica de la AEMET en el Puerto de Navacerrada, ubicada a 1894 metros de altitud. Se trata de un clima mediterráneo muy frío y verano templado, con una temperatura media del mes más frío de -0,4°C y de 17,0°C del mes más cálido, en enero y julio respectivamente. La precipitación media anual es de 1223 mm, con una acusada mediterraneidad, siendo en julio de 27 mm y en noviembre de 176 mm. Los días de nevadas ascienden a 71, y los días con heladas a 136 en términos medios anuales.
Como se observa en el climograma del puerto de Navacerrada, existe un periodo de aridez en verano, poco acusado, en los meses de julio y agosto, típico del clima mediterráneo, aunque de tipo frío y más húmedo, característico de climas de montaña. La oscilación térmica anual es de 17,1 ºC, entre los meses de enero y julio. El periodo vegetativo es de 5 meses, aunque en las cumbres superiores a los 2.000 metros de altitud es inferior.
Se ha calculado el gradiente térmico (°C/100metros) a partir de los datos del mismo periodo (año 1971-2000) entre las estaciones de AEMET del puerto de Navacerrada y Segovia a 1.005 m.s.n.m. Aunque es variable en función del mes y del año, en términos medios oscila entre los 0,50-0,72°C en noviembre y abril respectivamente, observándose un gradiente negativo medio de 0,62°C cada 100 metros.