Proteger los humedales para nuestro futuro común
El Consejo de Ministros del 16 de diciembre de 2005 autorizó la inclusión de los Humedales del Macizo de Peñalara en el listado de Humedales de Importancia Internacional del Convenio Ramsar. En este macizo, situado en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se encuentran 242 charcas y lagunas naturales de alta montaña de origen glaciar, así como turberas, prados húmedos y numerosos arroyos de alta montaña.
La Convención sobre los Humedales de 1971 es el primer tratado intergubernamental centrado en la protección de nuestro medio ambiente. Fue establecida con el objetivo de la conservación y el uso racional de los humedales, en especial en aquellos Humedales de Importancia Internacional («sitios Ramsar») que son reconocidos por su importante valor ecológico, hidrológico y socioeconómico. De modo general, los humedales tienen un papel fundamental como depuradores naturales del agua, filtrando los contaminantes y mejorando su calidad. También almacenan carbono, lo que contribuye a combatir el cambio climático mediante la captura de gases de efecto invernadero, y cuentan con una rica biodiversidad y albergan numerosas especies de plantas y animales endémicas o amenazadas
Estos valores intrínsecos de los humedales son los que se pusieron de manifiesto en el Día Mundial de los Humedales, que se celebra todos los 2 de febrero. En 2025 el lema elegido ha sido «Proteger los humedales para nuestro futuro común», que hace hincapié en la necesidad de una acción colectiva a fin de conservar los humedales como ecosistemas fundamentales para un planeta sostenible. No es un llamamiento meramente formal: los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques, con una pérdida mundial del 35 % desde 1970. Este día nos recuerda la urgente necesidad de invertir esta tendencia.
Esta línea de conservación de los humedales es una de las prioridades del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, partiendo de la ejemplar restauración ecológica de la laguna Grande de Peñalara realizada por el Parque Natural de Peñalara en los años 90 del siglo pasado.
Las actuaciones de conservación incluyen necesariamente un control del uso público y un servicio de vigilancia, con el fin de asegurar que la masificación de visitantes y el incumplimiento de normas pueda afectar a la conservación de estos humedales. Por esta razón el Macizo de Peñalara cuenta con un cupo máximo de visitantes al día. Igualmente, el parque nacional ha instalado un vallado perimetral con pastor eléctrico de algunas de las charcas y lagunas para evitar el acceso del ganado a las zonas más sensibles, y de este modo evitar la eutrofización – el enriquecimiento en nutrientes- de las aguas y la mortandad de anfibios y plantas acuáticas por el pisoteo del ganado.
Actualmente el parque nacional mantiene un seguimiento ecológico de estos ecosistemas acuáticos que se ha convertido en una de los más longevos de España, y por tanto con un enorme interés para estudiar el efecto del cambio climático en los ecosistemas de alta montaña del centro peninsular. En este sentido, hay que recordar que los Humedales del Macizo de Peñalara desempeñan unas funciones hidrológicas fundamentales en el funcionamiento de la cabecera de cuenca del Río Lozoya, de importancia estratégica para el abastecimiento a la ciudad de Madrid.
Además, y en colaboración con el Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, se está estudiando el posible efecto de la contaminación atmosférica en los ecosistemas acuáticos del parque nacional. Este estudio cobra especial importancia al realizarse en uno de los escasos puntos de seguimiento del efecto de la contaminación atmosférica sobre ecosistemas acuáticos situados en el entorno mediterráneo.
Peñalara es, además, un lugar emblemático en la lucha contra una enfermedad provocada por un hongo que está exterminando numerosas poblaciones de anfibios a nivel mundial. En este macizo se describió por primera vez esta enfermedad en Europa, y lidera algunos de los tratamientos más novedosos para controlar la enfermedad.
La existencia de una colaboración constante entre el parque nacional y diversas instituciones científicas para el estudio de los ecosistemas acuáticos se va a plasmar este año 2025 en la participación de un investigador del Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación del Parque Nacional en la campaña antártica española, poniendo en práctica en lagos polares algunos de los métodos que se han empleado con éxito en el estudio y seguimiento ecológico de la Laguna Grande de Peñalara.