En los últimos 25 años la conservación de la flora en España ha experimentado una notable evolución positiva, en la que la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBiCoP) ha sido una pieza clave.
Los animales normalmente mueren en sitios un tanto recónditos, pues suelen hacerlo en puntos escondidos si mueren no atrapados por otro animal, aunque también se genera una gran cantidad de animales muertos por la práctica de la caza que quedan expuestos de forma muy visible.