Genoma completo de la perdiz roja pura en Guadarrama

La sierra de Guadarrama posee unas características que no son frecuentes en sistemas montañosos de otras latitudes y que le confieren unas condiciones ideales como refugio de fauna. Estas montañas de carácter mediterráneo han protegido a numerosas especies de vertebrados frente a las amenazas del hombre que las ha eliminado de los enclaves menos protegidos de las zonas llanas y de piedemonte. Actualmente, las poblaciones de perdiz roja son un fiel reflejo de esta situación, manteniendo en Guadarrama poblaciones puras, acantonadas en las zonas de cumbre, ajenas a las principales amenazas que están poniendo en peligro a la especie en nuestro país.

Durante décadas, la demanda creciente de ejemplares de perdiz roja para repoblar cotos de caza, ha llevado a las granjas cinegéticas a la producción masiva de ejemplares híbridos de perdiz roja con perdiz turca o chucar (Alectoris chukar), mucho más fáciles y baratos de criar que la perdiz roja pura. La perdiz turca es una especie asiática filogenéticamente próxima a nuestra perdiz pero ecológicamente muy distante, que de manera natural no presentan ningún tipo de contacto. El resultado es alarmante… se estima que entre 6 y 8 millones de perdices híbridas son liberadas cada año en España, contaminando genéticamente las poblaciones silvestres. Este fenómeno, conocido como introgresión genética, ha convertido a las poblaciones de perdiz roja pura en una rareza, confinada a escasos refugios montañosos de la península ibérica como las cumbres de Guadarrama o algunos enclaves de Navarra, única comunidad donde no se realizan sueltas.

Durante la campaña 2024 hemos logrado secuenciar el genoma completo de una perdiz roja de las zonas de cumbre del parque nacional, siendo la primera vez que se logra realizar en un ejemplar puro de esta especie. Estos resultados no solo han revelado la integridad genética de la población, sino que también nos han proporcionado herramientas clave para proteger a la especie de la amenaza silenciosa de la extinción por hibridación. Este hito científico, alcanzado gracias a la colaboración entre el Centro de Investigación del Parque Nacional (CISE) y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), arroja un atisbo de esperanza sobre una situación crítica que afecta a esta especie en toda la península Ibérica.Perdiz roja.Perdiz roja.

El genoma que se ha logrado secuenciar, posee un tamaño de 1.19 GB (1900 millones de pares de bases de ADN) y contiene el 97.06 % de los genes aviares completos, siendo sin duda un tesoro a nivel científico. Su análisis ha revelado también una variabilidad genética inusual para una población aislada en zonas de montaña, así como la presencia de 201 genes exclusivos del género Alectoris. Estos hallazgos sugieren adaptaciones únicas desarrolladas durante milenios de vida en ambientes montañosos, características que podrían ser cruciales para la supervivencia de la especie en un escenario de extinción en las zonas más bajas.

Las condiciones extremas de las cumbres actúan sin duda como un filtro ecológico natural contra los ejemplares procedentes de sueltas en los cotos de caza de las zonas de piedemonte, menos adaptados a estos entornos de alta montaña. Sin embargo, nuestro estudio muestra también señales de amenaza que siguen estando presentes… Los cotos de caza de la zona periférica de protección del parque nacional, mantienen un porcentaje de hibridación preocupante que supera el 8 % de los ejemplares analizados, con presencia de híbridos cercanos a los límites del parque, beneficiados posiblemente por los escenarios de temperaturas altas de los últimos inviernos.

Los resultados de este estudio dibujan, por lo tanto, un panorama complejo. Por un lado, confirman que las cumbres de Guadarrama albergan probablemente una de las últimas poblaciones puras de perdiz roja en España, y por otro, revelan cómo las prácticas cinegéticas irresponsables están erosionando rápidamente este patrimonio genético. La paradoja es dolorosa: mientras el parque nacional protege este tesoro biológico, en su zona periférica de protección diseñada para proteger el parque de amenazas, se mantiene latente el riesgo de extinción por hibridación.

El caso de la perdiz roja de Guadarrama va más allá de proteger una población concreta y es un ejemplo paradigmático de cómo la ciencia aplicada puede generar a corto plazo estrategias de conservación, recordándonos que el conocimiento adquirido a través de la ciencia debe traducirse en acciones de gestión efectivas. Como señala el informe del CISE, "las herramientas genéticas no son un lujo académico, sino una necesidad práctica para mantener la viabilidad a largo plazo de nuestras especies más emblemáticas".

En las cumbres de Guadarrama, de momento resiste la perdiz roja… protegerla no es solo conservar un ave, sino es preservar milenios de evolución adaptativa, un capítulo irremplazable de la biodiversidad ibérica que, una vez perdido, no podremos recuperar. El tiempo apremia, y cada temporada de caza que pasa sin medidas efectivas acerca a esta joya genética un paso más hacia el abismo de la extinción por hibridación.

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