Larvas invernantes: una oportunidad para el hongo
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Como hemos explicado anteriormente, nuestra estrategia para mitigar la quitridiomicosis en las lagunas permanentes se basa en retirar las larvas invernantes de salamandra, que constituyen el reservorio más importante de la enfermedad durante el invierno.
En nuestro trabajo recién publicado en la revista Diseases of Aquatic Organisms explicamos cómo el retraso en la metamorfosis de estos anfibios, hace que existan larvas en las lagunas permanentes durante el invierno, facilitando la persistencia y transmisión del hongo patógeno.
Los patógenos que son extremadamente virulentos, como el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, ponen en riesgo su propia supervivencia al hacer desaparecer por completo la población de sus hospedadores. Sin embargo, en Peñalara el hongo patógeno es capaz de persistir aunque muchos animales mueran cada año ya que la transmisión se estructura de forma diferente en función de las clases de edades del hospedador.
Para demostrar este hecho, estudiamos la infección de los adultos y de las larvas de salamandra en arroyos y lagunas, temporales y permanentes, de Peñalara. Así, pudimos comprobar cómo las larvas invernantes en las lagunas permanentes mantienen niveles altos de infección durante el invierno, y son las que transmiten el patógeno a la nueva generación de larvas soltadas cada primavera. Por el contrario, en los arroyos y lagunas temporales, las larvas soltadas en primavera pueden infectarse, pero a medida que la masa de agua se va secando en verano suelen perder la infección. Por otro lado, los adultos, aunque pueden infectarse al entrar en contacto con el agua, suelen perder también la infección dado sus hábitos terrestres. De esta forma, aunque en las lagunas permanentes muchas larvas invernantes mueran cada año al completar su desarrollo, el patógeno persiste en las nuevas larvas del año ya infectadas, y que pasarán el invierno en el agua cerrando el ciclo el año próximo.
Ciclo del hongo patógeno en Salamandra salamandra en charcas temporales y permanentes de Peñalara.
Esperamos que la retirada y desinfección de las larvas invernantes de salamandra que iniciamos el año anterior rompa el ciclo del patógeno. Si lo conseguimos, será un ejemplo más de cómo la investigación es el pilar en el que debe sustentarse la conservación de la biodiversidad.