La huella de la liebre de montaña en Guadarrama
Fernando Horcajada
De nuevo, el programa de colaboraciones que el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama lleva a cabo con distintas Universidades y centros de investigación ha dado sus frutos en lo que se refiere al estado de conocimiento de una especie emblemática de la sierra de Guadarrama como la liebre ibérica. Este estudio, desarrollado en colaboración con el IREC-CSIC, analiza la historia evolutiva de la liebre en un ambiente de montaña mediterránea como Guadarrama.
La sierra de Guadarrama, con sus variados paisajes de montaña, alberga una gran riqueza de vertebrados, que es explicada en ocasiones por lo abrupto de su territorio y por la gran variedad de ambientes que se suceden de manera brusca, desde los fondos de valle hasta las cumbres por encima de los 2000 m. A menudo, esta gran riqueza también es interpretable al analizar su origen, como es el caso de la especie que hoy nos ocupa, la liebre ibérica. Este endemismo peninsular, alberga una historia fascinante en Guadarrama, que se remonta a miles de años atrás, antes de la última glaciación, hace más de 20000 años.
La presencia de la liebre en la sierra de Guadarrama en el Pleistoceno Superior fue bastante significativa, tal y como atestiguan los restos del yacimiento de Pinilla del Valle. Estas sierras, además de funcionar como refugio en épocas glaciares, han supuesto un nexo de unión entre las poblaciones de vertebrados del norte y sur de Europa, aportando diversidad y riqueza genética, como ocurre en el caso que nos ocupa con la liebre. Recientes avances en el campo de la genética de poblaciones y nuevos hallazgos paleontológicos han impulsado el desarrollo de la filogeografía, que ha dado lugar a una nueva visión de la distribución especies en ambientes de montaña como Guadarrama.
La liebre ibérica guarda en su ADN una historia evolutiva fascinante que en nuestra sierra se desarrolló con especial protagonismo. Imaginemos por un momento, durante la última glaciación, cuando gran parte de Europa estaba cubierta de hielo, a la sierra de Guadarrama convertida en el refugio de muchas especies, a salvo de las extremas condiciones climáticas que dominaban en ese momento. Entre ellas, se encontraba un pariente cercano de nuestra liebre, la liebre de montaña o liebre variable, que actualmente puebla los ambientes árticos del norte del continente europeo hasta Siberia.
Con el paso del tiempo y el retroceso de los glaciares, la liebre de montaña se retiró progresivamente de sus enclaves meridionales, pero no sin antes "dejar la huella" de su paso por estas latitudes, a través de la hibridación de sus genes con nuestra liebre, la liebre ibérica. Este fenómeno, conocido como introgresión genética, ocurrió cuando ambas especies se mezclaron, dejando un vestigio indeleble en el ADN mitocondrial de las poblaciones de liebre que actualmente pueblan la sierra de Guadarrama.
Los investigadores del Centro de Investigación del Parque Nacional (CISE) y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC) han unido fuerzas para desentrañar los secretos genéticos de las liebres de Guadarrama. Su objetivo ha sido descubrir cuánto del ADN de la antigua liebre de montaña persiste en las poblaciones actuales y cómo esto podría influir en su adaptación a los ambientes montaña.
¿Podrían las liebres que viven a mayor altitud en Guadarrama tener una mayor proporción de genes de liebre de montaña, ayudándolas a adaptarse mejor a las condiciones más frías? Esta pregunta no solo es relevante para entender la evolución de esta especie en los ambientes mediterráneos, sino también en el marco de los esfuerzos de conservación que el parque realiza dentro de los escenarios de cambio global, donde las especies de montaña son especialmente sensibles.
La liebre ibérica endémica de la península ibérica, presenta una notable versatilidad en su hábitat, ocupando diversos ambientes que van desde las tierras agrícolas hasta zonas de cumbre por encima de los 2000 m. Esta versatilidad le ha convertido en una especie modelo, muy valorada para estudiar fenómenos como la hibridación, la introgresión y la adaptación evolutiva en mamíferos, que le convierte en un excelente indicador de las consecuencias a largo plazo del intercambio genético entre diferentes especies.
En nuestro estudio, los resultados muestran en la sierra de Guadarrama y en sus zonas de piedemonte una introgresión genética de liebre de montaña en las poblaciones actuales por encima del 50%, lo que pone en valor la función de esta montaña como refugio de la especie en épocas pasadas, ya que hacia el sur de la península la hibridación desaparece.
A través del estudio de las poblaciones de liebre de la sierra de Guadarrama, se busca, no solo analizar la historia evolutiva de las poblaciones actuales de liebre en este espacio protegido y sus consecuencias en la adaptación a ambientes de montaña, sino poner en valor las herramientas genéticas en los programas de conservación del parque nacional dentro de los escenarios de cambio global.