Tercer Seminario de Flora Amenazada en Parques Nacionales: Naturalización. Compartiendo experiencias…
Aurora de la Rosa y José Luis Izquierdo
Los días 6, 7 y 8 de mayo se ha celebrado en Valsaín (CENEAM) el III Seminario de Flora Amenazada en Parques Nacionales, cuyo objetivo ha sido la presentación de resultados de las actuaciones de conservación sobre flora amenazada y en particular las acciones de naturalización o renaturalización llevadas a cabo.
Con la presencia de cerca de 30 participantes y algunos más online, el seminario ha recogido las actuaciones de gestión de flora amenazada que se están desarrollando en varios parques nacionales de la Red. Se ha contado también con la participación del Parque Nacional del Archipiélago Juan Fernández de Chile, vía online, reflejando la problemática de las especies alóctonas e invasoras en un espacio que podríamos calificar como un paraíso subtropical. Además, han participado representantes de varias administraciones (Cataluña, Aragón y MITECO), exponiendo la situación actual de la protección y la gestión de la flora en su territorio, así como los planes de seguimiento que se están aplicando en algunas especies. Para completar la asistencia al seminario, hemos contado con la presencia de varios investigadores. Por un lado, el equipo de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por Felipe Domínguez, ha desgranado los objetivos y algunos resultados preliminares del proyecto de investigación “Análisis de tendencias y prioridades sobre conservación vegetal en los Parques Nacionales de España”, concedido recientemente por el OAPN, y, por otro lado, la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBiCoP), a cargo de su presidente e investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, Felipe Martínez, ha presentado la Lista Roja de la Flora Vascular de España de actualización permanente.
Entre las ponencias realizadas por los técnicos y gestores de los distintos parques de la Red, se expusieron varias experiencias interesantes de renaturalización y gestión de flora amenazada en los parques de Garajonay, Doñana, Caldera de Taburiente, Sierra Nevada, Islas Atlánticas y Sierra de Guadarrama. Entre ellas hay que destacar el trabajo continuado que se ha realizado en los parques de Garajonay y La Caldera de Taburiente con el seguimiento, conservación y renaturalización de especies emblemáticas de flora amenazada, contado de primera mano por sus correspondientes directores, Ángel Fernández y Ángel Palomares. Sin duda un ejemplo a imitar para el resto de los parques nacionales.
Los técnicos del Centro de Investigación del Parque Nacional de la Sierra Guadarrama hemos compartido las actuaciones de liberación de competencia sobre especies de interés en arroyos de montaña que acabamos de acometer dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU, contribuyendo al cumplimiento de la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad, en lo que se refiere a la restauración de los hábitats y ecosistemas de áreas clave para favorecer la biodiversidad, la conectividad o la provisión de servicios de los ecosistemas, priorizando soluciones basadas en la naturaleza.
Los arroyos de montaña del parque nacional presentan una vegetación de ribera formada por saucedas de sauce negro (Salix atrocinerea), que en algunos casos ha desaparecido o se encuentra en fase de recuperación. Estas comunidades contienen un número elevado de especies relícticas y singulares, que se distribuyen en general en el norte de la Península Ibérica y se refugian en estos barrancos. Entre ellas podemos destacar abedules (Betula pubescens), tejos (Taxus baccata), fresnos (Fraxinus excelsior), serbales y mostajos (Sorbus aucuparia, S. latifolia), etc. Junto a estos enclaves, en muchos casos, se ha desarrollado una masa homogénea de origen artificial de pino silvestre sobre la que no se ha vuelto a actuar. Si bien las repoblaciones con coníferas tuvieron como objetivo principal, durante las décadas de 1960 y 1970, frenar la erosión y poblar superficies totalmente baldías, desgraciadamente se quedaron estancadas en esa etapa inicial sin continuar su evolución, constituyendo, además, un factor de riesgo de incendios y de enfermedades o plagas.
Por ello, desde el Centro de Investigación del Parque Nacional se está realizando un seguimiento de barrancos y riberas de los arroyos principales del Parque Nacional y su Zona Periférica de Protección (ZPP), con el fin de conocer la evolución de su estado de conservación y proponer medidas en aquellos tramos que se considere necesario. Se han identificado algunos tramos de ribera cuya prioridad es la intervención mediante la corta de ejemplares de pino, procedentes de repoblación, en zonas en las que estos árboles invaden el hábitat propio de las especies de ribera. Estas actuaciones, que ya han comenzado a realizarse, constituyen una primera fase que será objeto de observación y seguimiento para evaluar la evolución del hábitat de ribera, y valorar la necesidad de acometer una segunda fase de fomento de la diversidad a través de plantaciones y/o estaquillados. Todo ello, tomando como referencia los arroyos del entorno que presentan mayor naturalidad y mosaicos de vegetación muy diversos.
Durante estos trabajos se han localizado nuevas poblaciones de flora amenazada, lo que contribuye a mejorar el conocimiento de la flora singular de nuestro parque nacional, y confirma el gran valor y el elevado interés que tienen para la conservación estos arroyos de montaña que forman una compleja red en las laderas de la Sierra de Guadarrama.