Censo de las poblaciones de corzo
Información del seguimiento
En curso
Año de inicio:
1997
Año de finalización:
Entidades:
CISE - PNSG
Financiación:
Comunidad de Madrid - Parque Nacional
Programas:
El seguimiento de las poblaciones de corzo se ha desarrollado en la zona de estudio desde el año 1997, siendo la base para otros trabajos de investigación sobre la especie (genética, fisiología, estado sanitario, biometría, etc.), primero a través del Parque Natural de Peñalara y a partir de 2016, abarcando todo el ámbito del parque nacional y la Zona Periférica de Protección (ZPP). Los datos obtenidos durante estas últimas décadas, confirman que aunque las poblaciones de corzo de las zonas del piedemonte serrano y de la campiña madrileña han sufrido una gran expansión, las poblaciones de la sierra no han experimentado un aumento significativo en sus densidades durante estos años. Sin embargo, las poblaciones de Guadarrama, sí han servido de fuente de ejemplares hacia las poblaciones de estas zonas más bajas, manteniendo y conservando sus efectivos. Parece importante, por lo tanto, estudiar los factores determinantes de su distribución y abundancia actual en el parque nacional desde esta doble perspectiva conservacionista y de mantenimiento de la especie a escala regional.
Objetivos
- El objetivo general de este seguimiento es posibilitar el buen estado de conservación de las poblaciones de corzo debido a que esta especie constituye una parte importante de la dieta de grandes depredadores como el lobo y otras especies protegidas.
- Además, entre los objetivos específicos estaría poner en valor al corzo como indicador de los usos del territorio y recurso cinegético en la ZPP del parque nacional. En consecuencia, conocer los cambios en la abundancia y la estima de densidades permitirá evaluar de forma adecuada los planes técnicos de aprovechamiento cinegético de los cotos privados presentes en la ZPP.
- Parece importante, por lo tanto, estudiar los factores determinantes de su distribución y abundancia actual y su evolución histórica desde esta doble perspectiva cinegética y conservacionista.
Metodología
Se establecieron 92 recorridos de censo, distribuidos de manera proporcional a la superficie de los hábitats muestreados, principalmente bosques de pinar silvestre y rebollares. En el desarrollo del censo, se ha aplicado la técnica de muestreos basados en la distancia de detección. Durante los recorridos a pie, se anotó la distancia y el ángulo (azimut) a la que los corzos eran observados. La estimación de las densidades se realizó a través del ajuste de las distancias perpendiculares de observación a una función de detección. La función de detección, g(y), es la probabilidad de detectar un ejemplar a una distancia dada. Los datos fueron analizados utilizando el software Distance 7.3 (Thomas et al., 2010).
Resultados
Durante los censos se observó un tamaño de grupo pequeño, entre 1 y 4 ejemplares, siendo lo más habitual la observación de parejas, normalmente formadas por la hembra y la cría nacida en mayo, lo que confirma el carácter no gregario de esta especie, a diferencia de otros cérvidos. La proporción de sexos observada durante los muestreos fue de 1.8 hembras por macho, proporción desequilibrada con respecto a la que deberían mostrar de manera natural, un macho por cada hembra. En zonas con aprovechamiento cinegético, es usual observar estos desequilibrios, debidos al sesgo producido por la búsqueda de trofeos en los machos. Aun así, el desequilibrio observado es ligero y no preocupante de momento. Las directrices de los planes técnicos deberían enfocarse sin duda en incidir en el equilibrio de sexos, ya que contribuye a la mejora de la selección sexual, mejora la diversidad genética y mantiene las poblaciones en buen estado sanitario, más si cabe en esta especie de selección sexual tan particular y con tendencias a la monogamia.
Con respecto a las abundancias, al igual que en la mayoría de su área de distribución, la abundancia poblacional del corzo en el parque nacional se relaciona fundamentalmente con la capacidad de acogida del medio, siendo determinantes también otros factores como la competencia con otros herbívoros como la cabra montés o el ganado vacuno, las interferencias en los índices de tranquilidad provocadas por el uso público y especialmente por los aprovechamientos micológicos, la sobreexplotación cinegética, el furtivismo, la gestión forestal o la presencia de grandes predadores como el lobo.
A pesar de ser una especie de tamaño pequeño y de consumir relativamente poca biomasa vegetal, presenta una serie de características que impiden que, por lo general, presente densidades altas, lo que estaría en consonancia con los resultados de 2 a 5 ejemplares por km2 obtenidos en este censo. Los bosques de pinar silvestre del área de estudio, presentan poca diversidad arbustiva y un sotobosque muy mermado debido fundamentalmente a los tratamientos de lucha contra incendios forestales, mostrando menores abundancias frente a los bosques de robles con un estrato arbustivo mejor conservado. De hecho, las diferencias de abundancia entre los dos tipos de bosque, se van incrementando paulatinamente durante los últimos años, mostrando en este censo una disminución de contactos significativa en los recorridos de los pinares de las zonas de cumbre, especialmente en el «Sector Lozoya», con densidades que en algunas zonas no superan los 2 ejemplares por km2.
Sin embargo, sí parece claro que el predominio en la utilización de los robledales frente a los bosques de coníferas guarda una relación con la diferente calidad trófica de estas zonas. Los bosques de roble, con densidades entre los 3 y 6 ejemplares por km2, parecen ser particularmente importantes para el corzo en el ámbito de estudio, destacando en su dieta las hojas de roble y las especies arbustivas de Rubus spp., durante las cuatro estaciones del año.
Perspectivas
Desde la declaración del parque nacional han acontecido una serie de circunstancias que podrían estar influyendo en la abundancia de la especie, especialmente en el «Sector Lozoya», como el aumento del uso público y en especial de los aprovechamientos micológicos, el repunte del furtivismo por el fin de la moratoria de caza en el parque nacional, la presencia de poblaciones de lobo y el manejo forestal inadecuado para el corzo en algunas masas de pinar. Parece importante, por lo tanto, mantener el seguimiento de esta especie con censos cada dos años, tal y como está reflejado en el programa de seguimiento del PRUG del parque nacional, en el que se destaca el papel del corzo como indicador de los usos del territorio y recurso cinegético en la ZPP, estudiando además los factores determinantes de su distribución y abundancias actual con esta doble perspectiva conservacionista y cinegética.
Fecha de actualización: Febrero de 2024