¿Pasan frío los sapos en Peñalara?
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Los anfibios son poiquilotermos, es decir, su temperatura corporal fluctúa con la del ambiente ya que carecen de mecanismos internos para generar calor, como es el caso de las aves o los mamíferos. En Peñalara, la rica comunidad de anfibios se enfrenta a bajas temperaturas invernales propias de una zona de alta montaña, pero realmente no sabíamos hasta qué punto los animales soportan bajas temperaturas dentro de sus refugios invernales.
Esta cuestión nos animó a insertar bajo la piel de sapos comunes unos dispositivos capaces de medir y registrar la temperatura durante todo un año. Para ello, contamos con la valiosa colaboración del Dr. Luis María Carrascal, experto en el estudio de la influencia de la temperatura ambiental en la condición física, la distribución, la abundancia y la alimentación de los vertebrados.
Así, al final de la estación reproductiva del año pasado (mayo-junio), capturamos algunos machos de sapo común en tres diferentes charcas del parque, y les implantamos bajo la piel unos dispositivos capaces de registrar la temperatura corporal cada dos horas, y acumular esos datos durante un ciclo anual. El sapo común es la única especie de anfibio del Macizo de Peñalara cuyo gran tamaño permite la inserción de tal dispositivo. Este año, hemos podido volver a encontrar a nuestros sapos elegidos y, para nuestro alivio, todos estaban perfectamente y seguían portando los dispositivos sin ningún problema.
Tras retirar los dispositivos y leer la información que han recogido, nos hemos quedado boquiabiertos con la “hazaña fisiológica” que estos animales realizan durante el invierno y principio de la primavera: ¡pasan más de cuatro meses al año entre 0,2 y 1,5 °C! Además, hemos comprobado que los animales de las tres diferentes lagunas (algunas muy distantes entre sí), mantienen unas temperaturas muy similares a lo largo de todo año, constatando la generalidad de la respuesta de los sapos a la temperatura, a pesar de la heterogeneidad ambiental de las lagunas y de que son sólo tres individuos. Por otro lado, en las épocas más cálidas la temperatura corporal de los sapos fluctúa alrededor de los 15°C, y rara vez sobrepasa los 20°C, lo que se explica por su actividad nocturna y porque seleccionan refugios frescos donde conservar su humedad corporal, y no sobrecalentarse por la intensa radiación solar del verano.
Temperatura corporal a lo largo del año de 3 sapos comunes capturados en tres lagunas de Peñalara
Esta información sobre la ecología de los sapos comunes en Peñalara nos abre todo un abanico de nuevas preguntas, y nos ayudará a entender la influencia de la temperatura en el desarrollo de la quitridiomicosis, inferir el posible efecto del calentamiento global sobre sus poblaciones teniendo en cuenta su comportamiento de termorregulación y, por tanto, a conservar mejor a los anfibios de nuestra Sierra de Guadarrama.