Desmán ibérico: un mamífero en serio peligro
Aunque se trata de un mamífero, el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) tiene hábitos completamente acuáticos, ya que su dieta principal se basa exclusivamente en invertebrados bentónicos acuáticos, mayoritariamente tricópteros. Vive en arroyos y ríos montañosos, con aguas limpias y muy bien oxigenadas, lo que le convierte en un buen indicador de la calidad del agua y del ecosistema en general. El desmán posee una trompa muy característica, con la que detecta a sus presas, presentando cierta atrofia de la vista y el oído.
En cuanto a su distribución, aunque las poblaciones del norte de España mantienen cierta regresión, son las poblaciones del Sistema Central las que se encuentran en una situación crítica, con grave peligro de desaparición, lo que ha ocasionado su inclusión en el Catálogo Nacional como especie “En peligro de extinción”. En el Sistema Central, actualmente se distribuye en el extremo más occidental (Cáceres) y recientemente ha sido detectada una población en la cabecera del río Tormes (Ávila), creando cierta esperanza en la recuperación de estas poblaciones. En cuanto a su distribución histórica en la Sierra de Guadarrama, hace décadas era común en muchos arroyos de la Sierra, aunque en muestreos durante los años 80 y posteriormente en el año 2001, no pudieron confirmar su presencia.
Las principales amenazas directas sobre la especie son la pérdida y degradación del hábitat (barreras artificiales, contaminación del agua, detracciones de caudal, …), la depredación por especies exóticas invasoras como el visón americano, el calentamiento global causante de una gran pérdida del hábitat disponible, las sequías prologadas como la de la década de los años 80, la fragmentación de las poblaciones, etc… Conviene hacer hincapié en el problema del visón americano que se ha expandido exponencialmente a partir de los años 80 en la Sierra de Guadarrama, por lo que es actualmente la mayor amenaza para el desmán y sin duda su erradicación es el primer paso en el proceso de recuperación de la especie en el Parque Nacional.
Por todo ello, el Parque Nacional ha iniciado los trabajos para la recuperación de la especie, comenzando por muestreos específicos para determinar la posible presencia de desmán en la zona. Durante el mes de septiembre, coincidente con la época de mayor estiaje de los arroyos y ríos de la Sierra de Guadarrama, los investigadores Julio Gisbert y Rosa García-Perea, pertenecientes a Galemia y con una larga trayectoria en el estudio del desmán ibérico, y en colaboración con el personal del Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación del Parque Nacional, han recorrido los cursos fluviales mejor conservados y los tramos con más posibilidades de poder albergar alguna población aislada de desmán. Posteriormente se evaluarán tramos de arroyos en busca de indicios, como son las letrinas tan particulares que genera esta especie. En el caso de indicios positivos, se realizarían los análisis genéticos de los excrementos para confirmar su presencia, y se tomarían las oportunas medidas de gestión para garantizar la protección del desmán en la Sierra de Guadarrama. En caso de que los muestreos resultaran negativos, este esfuerzo se aplicaría a la mejor caracterización de los tramos en los que potencialmente se podría recuperar la especie con otras poblaciones del Sistema Central.
Aunque va a ser una tarea minuciosa y laboriosa, existe la esperanza de hallar alguna población de esta especie tan particular, a la vez que esquiva, y que hace años habitaba frecuentemente los arroyos de la Sierra de Guadarrama.