Un pariente en el sur
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
En 2009 estudiamos 30 poblaciones de sapo partero bético (Alytes dickhilleni), especie de anfibio endémica del sureste peninsular, a lo largo de todo su rango de distribución, para determinar su grado de infección por el hongo patógeno. Esta especie se distribuye desde el nivel del mar hasta zonas de alta montaña que, como sabemos, son especialmente favorables al desarrollo de la quitridiomicosis.
Aunque sólo detectamos dos poblaciones infectadas, estas se localizaban en ambos extremos de su rango de distribución (norte de Cazorla y oeste de Málaga). Además, mediante un pequeño experimento, pudimos comprobar que los renacuajos infectados de forma natural morían al metamorfosearse a temperaturas bajas. Por lo tanto, resultaba realmente preocupante la posibilidad de que la infección se extendiese a las ya escasas y pequeñas poblaciones de las zonas altas.
Curiosamente, las dos localidades infectadas eran las que presentaban una mayor interacción con personas interesadas en el medio natural: una de ellas está muy próxima a una estación biológica muy frecuentada por investigadores, y la otra es la localidad emblemática donde se describió la especie y, por tanto, es frecuentada por aficionados a la herpetología de toda Europa. Una vez más, esta "coincidencia" nos debería hacer pensar sobre nuestra responsabilidad en la dispersión de esta peligrosa enfermedad.
La semana pasada visitamos el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en la provincia de Jaén, para comprobar la evolución de la infección. En 2015 estudiaremos 29 poblaciones a lo largo de todo el Parque Natural dentro de un proyecto de investigación financiado por la Junta de Andalucía y liderado por el investigador Jordi Bascompte.