¿Nuestros anfibios envenenados por plaguicidas?

agricultura intensivaHoy en día debido a la alta demanda de alimentos causada por una población en continuo crecimiento, las prácticas agrícolas han sufrido una gran intensificación. Bajo la presión de una industria competitiva y la necesidad de alcanzar la máxima productividad posible, la agricultura actual decidió que no podía permitirse pérdidas económicas causadas por plagas o enfermedades. Desde entonces, diferentes compuestos químicos son empleados con el objetivo de incrementar la producción en todo el mundo, pero poco se conoce sobre cómo afectan a los ecosistemas. Sin embargo, estos productos no son inocuos, dado que existe un tipo de contaminación derivada del empleo de plaguicidas en los cultivos, la contaminación agraria difusa. Principalmente por una falta de conocimiento en la problemática, concienciación o por ser manejados por personas inexpertas, se abusa en su aplicación, llegando a ser dispersados hasta un radio de 1,5 km alrededor de la zona de cultivos. No solo el viento favorece su transporte hasta sitios no diana, también participan los arroyos, llegando a contaminar zonas bastante alejadas, incluyendo las aguas subterráneas. Por todo ello, no es de extrañar que algunos estudios hayan observado una disminución en la riqueza de especies en zonas agrarias. Los posibles impactos sobre los anfibios son de especial preocupación dado el declive global que están sufriendo.

096 02 larvaInsecticidas empleados a nivel mundial como el malatión o endosulfán y el herbicida glifosato han sido de los más investigados. En los resultados de un estudio se observó que el glifosato causó un 40% de reducción de la tasa de supervivencia en larvas de anuros. Esto ha sido corroborado en estudios posteriores, confirmando que los herbicidas basados en glifosato tienen efectos letales sobre larvas de anfibios. En otro estudio, se observó una metamorfosis más temprana y tallas más pequeñas en larvas de ranas de cascada (Rana cascadae) expuestas a glifosato. Éste puede causar una ralentización de la tasa metabólica de las larvas, alcanzando un tamaño menor en la metamorfosis. Ante el posible requerimiento de las larvas de obtener un tamaño corporal mínimo para metamorfosearse, esto puede agudizar la tasa de mortalidad en los individuos. Además, una exposición del herbicida en fases tempranas de la ontogenia se ha observado que causa mucha más mortalidad en larvas de anuro que en etapas de mayor desarrollo. Con respecto al insecticida malatión, en un estudio se encontró que la susceptibilidad a las enfermedades y la mortalidad asociada a las mismas se incrementó en sapos de Woodhouse (Anaxyrus woodhousii) expuestos al insecticida y previamente infectados con Aeromonas hydrophila, microorganismo causante del “síndrome de la pata roja” en anfibios. Otro pesticida de amplio uso, el endosulfán, se ha visto que causa alteraciones en la locomoción de larvas de anfibios, en concreto se ha visto que provoca una ralentización de la velocidad media de nado. Además, los renacuajos afectados tienden a permanecer más tiempo en zonas descubiertas. Una disfunción de este nivel puede afectar a la eficacia biológica del animal traduciéndose en una menor inversión de tiempo alimentándose o una mayor vulnerabilidad a los depredadores. En otro estudio con sapo común (Bufo bufo) se observó que una exposición crónica de endosulfán provocó un aumento de las incidencias de malformaciones estando expuestos a las mismas concentraciones de endosulfán que se presentan en sus hábitats acuáticos.

Aparentemente, plaguicidas de uso común como el glifosato, el malatión o el endosulfán causan efectos nocivos en la supervivencia, fisiología y comportamiento de los anfibios. Además de altas tasas de mortalidad en fases larvarias, la alteración de la metamorfosis y una reducción del tamaño corporal por la exposición a los agroquímicos es muy relevante. Cabe destacar la alteración del comportamiento de las larvas, siendo más vulnerables a la depredación al verse limitado el comportamiento de búsqueda de refugio. Todo esto se traduce en una pérdida de efectivos en las poblaciones de anfibios cercanas a zonas agrícolas. Una mayor susceptibilidad por enfermedades por la exposición de estos compuestos es una hipótesis alarmante, dado la amenaza que constituyen actualmente ciertas enfermedades emergentes sobre los anfibios. Se debería considerar una limitación o prohibición del uso de dichos plaguicidas en regiones geográficas en las que habiten especies vulnerables o amenazadas y sería recomendable la aplicación de agroquímicos más acordes con los ecosistemas y los organismos que habitan en ellos.