¿Qué podemos hacer para luchar contra los ranavirus?
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Los ranavirus se han convertido en los últimos años en uno de los patógenos de anfibios más devastadores, produciendo mortalidades masivas en América, Europa, Asia y Australia. Cuando detectamos el primer caso de ranavirus en España en 2005 en el Parque Nacional de Picos de Europa, pusimos en marcha un programa de seguimiento de las poblaciones de anfibios en 15 localidades del parque. Por desgracia, los datos recogidos por el equipo de gestión de parque y la guardería indican claramente que la situación no es nada halagüeña, por lo que resulta urgente tomar medidas para intentar remediar esta situación.
Pese al tremendo impacto de los ranavirus en la conservación de los anfibios en todo el mundo, aún no disponemos de ningún tratamiento para los ejemplares infectados y, ni mucho menos, somos capaces de eliminar este resistente patógeno del medio. Por eso, en nuestro reciente trabajo en Picos de Europa hemos realizado un ensayo piloto de desinfección de ejemplares en condiciones de laboratorio con diferentes sustancias de conocida acción antiviral, o para el tratamiento de las infecciones bacterianas secundarias que suelen acompañar a la ranavirosis. Concretamente, en este caso hemos probado el desinfectante Virkon (en concentraciones muy bajas), el péptido Ranatuerina, el interferón Virvagen Omega, y el antibiótico Poliximina B.
En total hemos tratado casi 100 ejemplares de tritón alpino con signos evidentes de ranavirosis procedentes de localidades infectadas del Parque, más un pequeño grupo de ejemplares no infectados como control negativo. Todos los tratamientos se han aplicado durante 10 días consecutivos en dos regímenes de temperatura distintos (18°C y 22°C), y los ejemplares han permanecido en observación otros 10 días al finalizar el tratamiento.
Aunque aún no hemos concluido el análisis cuantitativo de la carga viral de las muestras obtenidas, los resultados preliminares indican que ninguno de los tratamientos ha sido capaz de disminuir la severidad de las lesiones observadas y, ni mucho menos, de eliminar el ranavirus de los ejemplares infectados.
Por lo tanto, aunque no hemos conseguido nuestro objetivo, este intento fallido nos puede servir para darnos cuenta de la enorme dificultad que supone combatir estos patógenos y, una vez más, para concienciarnos de que la mejor forma de luchar contra una enfermedad infecciosa es impedir su dispersión. Los ranavirus están en proceso de expansión en Europa, fundamentalmente, por la globalización y el comercio de especies. Ayuda a que los anfibios no desaparezcan renunciando al uso de anfibios como mascotas, nunca muevas ejemplares entre distintas localidades, y no manipules anfibios en el campo sin autorización y sin las medidas adecuadas de bioseguridad.