La primavera la quitridiomicosis altera
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
El cambio climático es un factor muy importante a tener en cuenta en el impacto de la quitridiomicosis sobre distintas especies de anfibios. Actualmente, estos cambios están produciendo alteraciones en la dinámica estacional, lo que resulta un problema para estos animales. Las zonas montanas tienen una variación climática muy pronunciada, por lo tanto, son más sensibles a estos cambios y es donde el hongo quitridio encuentra una oportunidad para desarrollarse e infectar a los anfibios que viven en ellas. En nuestro trabajo recién publicado en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B hemos investigado si la fluctuación en la estacionalidad, concretamente el inicio del deshielo primaveral, afecta a la susceptibilidad de las especies al hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) en una comunidad de anfibios que está sufriendo declives poblaciones como consecuencia de la quitridiomicosis.
En este trabajo, sobre comunidades de anfibios y clima, hemos estudiado tres especies de anfibios en el Pirineo francés el sapo partero común (Alytes obstetricans), el sapo común (Bufo spinosus) y la rana común (Rana temporaria). En el caso de las dos últimas especies, mas resistentes a la infección, encontramos que el comienzo prematuro de la primavera conllevaba altas prevalencias de infección, mientras que la especie más susceptible, Alytes obstetricans, mantenía una alta prevalencia independientemente de la época en la que se producía el deshielo.
Cada especie de anfibio juega un papel diferente en la dinámica de la quitridiomicosis, pudiendo actuar como reservorios de la enfermedad, como hospedadores del hongo, como vectores de transmisión, etc. El conocer en profundidad el efecto y las diferencias que esta enfermedad produce en cada especie es importante para entender la ecología de la quitridiomicosis, y así poder actuar de manera más efectiva contra ella.
Esperamos profundizar sobre estos aspectos en próximos trabajos y, de esta manera, contribuir a la conservación de los anfibios, especialmente en zonas montanas donde se prevé que el cambio climático incrementará la severidad de la quitridiomicosis.