El mejor amigo del biólogo
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Es bien sabido que los perros han sido un gran aliado de la humanidad desde la prehistoria. Hoy en día, nos ayudan de manera rutinaria en labores de detección de explosivos y drogas, o en el rescate de personas, entre otras tareas. Pero, desde hace unos años, estos magníficos ayudantes están desempeñando una nieva misión: la detección de fauna con fines científicos y conservacionistas.
Los perros son ideales para la búsqueda de animales en el campo por su extraordinario sentido del olfato, hasta 100.000 veces más sensible que el humano, según algunas estimaciones. Se trata de una técnica de detección de fauna poco invasiva para el medio natural y, por su puesto, los perros no resultan perjudiciales para los animales objeto de la búsqueda. Por último, muchas razas caninas pueden recorrer terrenos agrestes y adentrarse en huecos de muy difícil acceso para las personas.
Pero la contribución de estos animales a la conservación de la naturaleza no se limita a la detección de especies amenazadas o de especial interés. Los perros se están usando ya para detectar enfermedades como la brucelosis, para luchar contra la caza furtiva o para detectar especies invasoras.
En el caso particular de los anfibios, los perros pueden ser la única manera de localizar especies de muy difícil detección. Además, en estudios de uso de hábitat y comportamiento, la utilización de perros aporta grandes ventajas frente a otras técnicas como el seguimiento con radio telemetría. Esta última puede ser dañina para el anfibio que porta el transmisor, ofrece complicaciones técnicas, es altamente costosa, y no es posible estudiar un número elevado de animales ni ciertos estadios de desarrollo.
En EEUU y en Reino Unido los perros están siendo ampliamente utilizados en conservación, y la popularidad de este método ha crecido espectacularmente en los últimos años. En otros países también se está empezando a utilizar, y en España algunas organizaciones ya ofrecen este servicio.
En Australia, los perros se usan para detectar la plaga del sapo de la caña centroamericano, que tanto daño hace a la fauna local. En Nuevo México, donde habita la salamandra de las Montañas de Jemez, los perros permiten encontrar este diminuto y escaso anfibio.
La organización “Conservation Dogs” de Reino Unido está entrenando, por primera vez, a perros en la detección del tritón crestado (Triturus cristatus), un anfibio ampliamente distribuido en Europa y protegido en Reino Unido. Este proyecto, que se pondrá en marcha a final de año, permitirá evaluar la distribución de la especie y elegir las localidades que necesitan ser reforzadas.
No nos consta que en España se hayan utilizado perros para la detección de anfibios, pero ya se ha aplicado la técnica para especies como la tortuga mediterránea.
Estamos seguros de que esta técnica va a ganar popularidad entre los investigadores, y que los perros pueden convertirse en los ayudantes perfectos de los biólogos. ¡En SOS Anfibios estaríamos encantados de contar con ayuda canina!