El esperado reencuentro del verano
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Hace unos días os hablábamos de los esfuerzos que estamos haciendo para recuperar la rana patilarga en la Hoya de Peñalara. Pero nuestro trabajo con la especie en el parque no se limita a este programa de reintroducción, ya que también nos proponemos conocer la situación de sus poblaciones y sus tendencias a largo plazo en todo el Parque Nacional.
Rana iberica está en declive por el deterioro de sus hábitats, es decir, los ríos y arroyos que a menudo sufren los impactos de las actividades humanas, y también por la introducción de peces que depredan sus larvas. Si embargo, en muchos cauces la rana patilarga convive con truchas de forma natural, por lo que es importante conocer las características del medio físico que permiten esta coexistencia. Para ello, el año pasado realizamos un detallado estudio de varios arroyos de la Sierra (Morcuera, entorno de Rascafría y Montes de Valsaín). Analizamos muchas características de los cauces, y contamos tanto truchas como ranas en las diferentes unidades hidromorfológicas. En el caso de las ranas, además, marcamos individualmente con microchips a todos los ejemplares adultos encontrados.
Con este estudio obtuvimos varias conclusiones útiles para garantizar que los futuros planes de restauración de ríos y riberas de montaña favorezcan a esta especie y, además, pudimos corroborar la amenaza que supone la introducción de salmónidos para estos anfibios.
Por otro lado, con el marcaje de más de 100 individuos el año pasado, establecimos la base para un programa de seguimiento a largo plazo de las poblaciones estudiadas. Este verano visitáremos varias veces cada población, recorriendo los arroyos en busca de estos curiosos anfibios.
La semana pasada realizamos la primera visita al puerto de la Morcuera y muestreamos el arroyo seleccionado en esta zona. Aunque fue una primera aproximación, ¡pudimos recapturar a nuestro primer ejemplar marcado el año pasado! La rana recapturada, una hembra, ha crecido 2 mm desde el verano pasado, el equivalente a unos 4 cm para un niño de 10 años.
Continuando con estas campañas, en el futuro podremos conocer las tendencias demográficas de las poblaciones y obtener nuevos datos sobre la biología de esta fascinante especie. Y todo esto, por supuesto, para intentar conservarla mejor.