En busca de un nuevo hogar para el sapo partero

charca1Uno de los pilares de el Proyecto SOS Anfibios Guadarrama es recuperar la distribución del sapo partero en el Parque Nacional. Para eso necesitamos encontrar enclaves dentro del parque que sean favorables para la especie, pero además, que no lo sean para el desarrollo de la quitridiomicosis. Esto no es nada fácil, ya que las masas de agua ideales para el sapo partero suelen ser también las favoritas para el hongo quitridio.

En zonas de montaña el sapo partero común necesita cuerpos de agua permanentes donde sus renacuajos puedan completar su largo desarrollo larvario. La baja temperatura del agua, y la escasez de materia orgánica de estos cuerpos de agua, alarga aún más su desarrollo, por lo que es habitual que los renacuajos permanezcan más de un año en el agua hasta conseguir metamorfosearse. Por desgracia, las bajas temperaturas del agua hacen también que el hongo no tenga limitaciones en su crecimiento y, además, debilitan el sistema inmune de los renacuajos y les hace más vulnerables al ataque del hongo.

Por lo tanto, debemos encontrar lugares con masas de agua permanentes, pero no demasiado frías y, además, que estén en una zona con refugios adecuados para los adultos donde puedan resistir el frío invernal. Otro problema adicional es que las masas de agua han de ser lo suficientemente profundas para que no se congelen completamente durante el invierno y las larvas invernantes puedan sobrevivir bajo el hielo. Como podéis ver, ¡esto no es nada fácil!

charca2La semana pasada comenzamos a recorrer las localidades que, en el mapa, podrían ser adecuadas para albergar nuevas poblaciones de sapo partero. Sobre el terreno hacemos un reconocimiento exhaustivo de los sitios y evaluamos su idoneidad considerando las características de las masas de agua (profundidad, corriente, insolación, temporalidad), la existencia de refugios para los adultos, la orografía del terreno, etc. También registramos qué especies de anfibios habitan estos lugares, lo que nos da pistas sobre sus condiciones ambientales.

Este año comenzaremos con las reintroducciones en los enclaves más favorables, pero también realizaremos un seguimiento de muchos otros lugares a largo plazo. Para ello instalamos dispositivos automáticos para medir la temperatura del agua durante todo el año, y visitaremos los sitios al final del verano para comprobar si las masas de agua no se secan.