El calentamiento global provoca mortalidad de anfibios por ranavirosis en Guadarrama
Jaime Bosch
Virus endémicos propios de los anfibios están provocando mortalidades masivas en toda la Península Ibérica, incluyendo varios parques nacionales. El aumento de las temperaturas por el calentamiento global podría estar detrás de la emergencia de estos virus que, pese a llevar miles de años en contacto con los anfibios ibéricos, resultarían ahora letales para ellos.
Ejemplar de Rana pyrenaica del parque nacional de Ordesa muerta por ranavirosis. Autor: Jaime Bosch
Hasta ahora, las mortalidades de anfibios observadas en Guadarrama, y en otras zonas montañas de España, se debían a la introducción de organismos patógenos procedentes de otras regiones del globo. Así, el hongo quitridio procedente de Asia lleva devastando a los anfibios de España, y de grandes zonas del mundo, desde hace décadas. Por otro lado, los virus propios de anfibios del genero Ranavirus, que se encuentran repartidos por todo el mundo, también han colapsado poblaciones enteras, incluyendo muchas del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Sin embargo, nuestras últimas investigaciones realizadas en la Sierra de Guadarrama, y en otras localizaciones de la Península, indican que también los ranavirus endémicos que han evolucionado junto con los anfibios locales están ahora resultando letales. Concretamente en la Sierra de Guadarrama, ahora sabemos que el caso de mortalidad detectado en el Puerto de Canencia en 2020, y otro ocurrido en 2007 en zonas más bajas, fueron provocados por ranavirus endémicos, y no introducidos como cabría pensar.
Ejemplar de sapo partero común de Asturias con síntomas de la enfermedad. Autor: Jaime Bosch
Pero, ¿por qué los ranavirus resultan ahora letales para los anfibios cuando estos ya deberían estar adaptados a ellos? La causa, como no podía ser de otra manera, es el cambio global y, concretamente en este caso, el cambio climático. Así, cuando analizamos la evolución de las temperaturas en las zonas exactas donde se habían producido las mortalidades por ranavirus endémicos de la Península Ibérica, nos dimos cuenta que la aparición de los primeros ejemplares muertos de anfibios se relacionaba exactamente con un aumento súbito de la temperatura local.
El aumento generalizado de la temperatura y la escasez de lluvias en áreas de montaña no presagia un futuro alentador para nuestros anfibios, pero los brotes de mortalidad podrían llevar a las poblaciones a la extinción. El desafío es importante: no basta con preservar el medio evitando las agresiones directas, sino que necesitamos paliar la incidencia de las enfermedades emergentes provocadas por la subida de las temperaturas y la introducción de especies alóctonas. Ayúdanos a detectar otros focos de enfermedad y sigue nuestros consejos (www.sosanfibios.org) para colaborar en la conservación de nuestros anfibios.