Estudiando el hábitat de nidificación del buitre negro

Sus poblaciones serranas están repartidas en dos Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs): “Sierra de Guadarrama” en Castilla y León y “Alto Lozoya” en Madrid. Y si se considerasen como una única colonia sería la cuarta más grande de España, con más de 300 parejas entre las dos vertientes (según el último censo nacional de 2017). Puede verse la evolución de la población en el apartado de seguimiento.

nido buitreNido de buitre negro. Autor: fototeca CENEAM

Para la correcta gestión del Parque, además de tener en cuenta las zonas con presencia actual de la especie, se ha considerado que las colonias pueden crecer o cambiar de ubicación. Por ello se ha realizado un estudio del hábitat de nidificación del buitre negro en la vertiente segoviana de la Sierra, tomando como modelo un trabajo realizado previamente en la Comunidad de Madrid (Cuevas, J.A. & J. de la Puente. 2005. “Hábitat potencial del buitre negro -Aegypius monachus- en la sierra de Guadarrama, Madrid”. Serie de Documentos del CIAM).

En una primera fase, se consideraron todos los factores que podrían influir en la elección del lugar de nidificación, como: Distancia a otros nidos, Variables climáticas, Orientación, Altitud, Pendiente, Insolación, Tipo y Tamaño de las manchas de vegetación, Distancia a roquedos y a cursos de agua, Variables forestales (como altura media, razón de copa, etc), así como algunos indicadores de la probabilidad de sufrir molestias producidas por el hombre (Distancia a vías, Coste de acceso, etc).

Después, se compararon los valores que tomaban estas variables en las inmediaciones de los nidos y en otros puntos del territorio escogidos al azar. Y mediante análisis estadístico se seleccionaron los factores que resultaron más útiles para predecir el hábitat de reproducción de la especie. De esta forma, se detectó un efecto positivo del grado de madurez de la vegetación, con mayor idoneidad para los pinares naturales maduros aclarados, con presencia de árboles dominantes y manchas de otros hábitats, como praderas, bosquetes de melojo, roquedos, etc. También existe una aparente selección de zonas con pendientes elevadas y más alejadas de la influencia humana, y un ligero efecto positivo de la cercanía de otros nidos. Se puede ver una descripción detallada del estudio en el documento: “Uso recreativo del espacio aéreo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama” , que forma parte de las bases técnicas para la redacción del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG).

Aunque buena parte de la superficie de hábitat potencial ya está ocupada, este tipo de análisis es útil porque permite:

  • Comprender qué factores son importantes para la especie.
  • Predecir por dónde pueden crecer las colonias.
  • Gestionar los usos del territorio de forma que no impidan el establecimiento de nidos en nuevas ubicaciones con características apropiadas.
  • Asegurar la conservación de la población de buitre negro del Guadarrama, facilitando su adaptación ante eventos que pudieran afectar a las zonas ocupadas en la actualidad (posibles efectos negativos de ciertos usos, incendios, plagas, etc).

Javier Llorente Villoslada

Asistencia técnica TRAGSA