Continúa la recuperación del río Manzanares

Se acaba de presentar el informe de seguimiento anual 2019 del rio Manzanares en el ámbito de La Predriza, elaborado por Ángel Rubio adscrito al Centro de Investigación del Parque Nacional. Este seguimiento nace como necesidad de conocer la evolución del rio, seriamente alterado durante décadas, por actividades relacionadas con el uso público intenso, principalmente derivadas de la actividad del baño.

Para paliar esta situación indeseada, en el 2016, la entonces Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, aprobó una resolución que regulaba por un lado el acceso a La Pedriza, y por otro la limitación del baño.

Una de las primeras actuaciones con la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama fue realizar un seguimiento intensivo del estado ecológico del río Manzanares. A partir del año 2014 el Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación, observó en los años 2014 y 2015 como a medida que se adentraba el periodo estival el estado ecológico del río sufría un descenso acentuado respecto a las condiciones de referencia.

Realmente los efectos más visibles como son la erosión de orillas, basuras, afectación de la ribera, y la alteración de la continuidad fluvial debido a los numerosos represamientos artificiales, estaba afectando de manera “invisible” a las poblaciones biológicas que allí habitan. Y efectivamente esas alteraciones sí se estaban produciendo, ocasionando la desaparición de ciertos taxones indicadores de la calidad agua, un descenso de los índices de diversidad, o la sobredominancia de taxones oportunistas.

Cuatro años después de las medidas adoptadas, el Manzanares se va recuperando muy levemente ¡Esa nueva mirada repleta de vida!. En el verano de 2019 se ha vuelvo a confirmar, la recuperación ya inicia en el año 2016. De los tres tramos evaluados, el más elevado, considerado como la estación de referencia, sigue en unos valores físicos, químicos y biológicos similares a los del inicio del seguimiento. El segundo tramo evaluado, localizado aguas debajo de Charca Verde, mantiene un estado ecológico muy Bueno, ya alcanzado en el año 2016 y que supone un incremento del 25% respecto al año 2015. Finalmente el tramo localizado en El Tranco, caracterizado por ser el más alterado, durante esta campaña primaveral ha alcanzado el nivel del estado muy Bueno, sin embargo, el promedio anual se ha situado en un estado Bueno. Lo más relevante es que desde el año 2015 se ha recuperado un 40%.

Otro aspecto llamativo ha sido como diversos taxones que desaparecían a lo largo del estío cuando se practicaba el baño, han vuelto a recuperarse y habitan el río persistentemente. Por el contrario, otros taxones oportunistas, como los dípteros quironómidos, han restablecido las poblaciones a densidades más adecuadas a otros ríos similares de la Sierra de Guadarrama. Por ello, ya podemos confirmar, que las medidas adoptadas han supuesto una nueva oportunidad al ecosistema del río Manzanares, y que a día de hoy todos podemos disfrutar orgullosos, en nuestras retinas, de la maravillosa Reserva Natural Fluvial que nos brinda el Manzanares.

Si bien las medidas adoptadas en el Manzanares han supuesto una mejora de éste, en otros ríos cercanos, como el Lozoya, se viene observando un incremento de la actividad del baño, incluso a sabiendas que esta actividad únicamente está permitida en los lugares habilitados a tal fin. Por ello, desde hace años el Centro de Investigación del Parque viene vigilando el estado del Lozoya, con el fin de evitar los efectos más perversos de dicha actividad.

De nuevo recordar, que los ríos Manzanares y Eresma están declarados como Reserva Naturales Fluviales, es decir, pertenecen a una élite de un número reducido de ríos españoles, a la que próximamente habrá que añadir el Alto Lozoya.

Nuestro deber, por tanto, es velar por la conservación en estado prístino de estos magníficos ríos que nos brinda la Sierra de Guadarrama.