El desmán ibérico frente al cambio climático
Ángel Rubio
El desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) está considerado como uno de los mejores bioindicadores del estado de conservación de los ríos, ya que selecciona cursos de agua con un estado de conservación y una calidad de aguas elevados. Precisamente por ello, en las últimas décadas se ha confirmado una regresión generalizada de sus poblaciones, lo que ha originado una problemática de aislamiento, fragmentación, e incluso desaparición de poblaciones completas. A estos problemas han venido a sumarse a los derivados del calentamiento global.
Las poblaciones de desmán ibérico del Sistema Central, incluidas en la categoría de “En peligro de extinción”, representan el límite sur de su área de distribución mundial. En el proyecto se han estudiado 62 cursos fluviales, abarcando cinco provincias a lo largo del área de distribución histórica de la especie en el Sistema Central, desde la Sierra de Francia (Salamanca) hasta la Sierra de Ayllón (Guadalajara) pasando por la Sierra de Guadarrama (Segovia y Madrid) y Sierra de Gredos (Ávila).
Se han analizado parámetros físico-químicos (temperatura, pH, oxígeno disuelto y conductividad), condiciones hidromorfológicas (IHF, QBR, y caudal circulante), recursos tróficos disponibles (comunidad de macroinvertebrados y cuantificación de la biomasa disponible) y presencia tanto del desmán (mediante confirmación genética) como de potenciales depredadores del desmán (nutria, visón americano). También se han instalado unos registradores automáticos de temperatura acuática, que pueden aportar los datos necesarios para evaluar los posibles impactos del calentamiento global atendiendo a los diferentes escenarios de cambio climático proyectados. En la Sierra de Guadarrama tenemos constancia de que se están produciendo cambios ecológicos importantes debido al calentamiento global.
Los resultados obtenidos hasta la fecha han confirmado la presencia de desmán en 18 ríos (29%) de los 62 prospectados, distribuidos principalmente en dos núcleos principales en la vertiente del Duero: uno de mayor entidad situado en la cuenca del Tormes y otro en la cuenca del Adaja, aunque mucho más modesto que este último y distante más de 70 km. A pesar de las citas históricas, no se ha podido constatar la presencia del desmán en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Sin embargo, este estudio será de gran utilidad para definir los principales factores limitantes para la especie en el Sistema Central atendiendo a los diferentes escenarios de cambio climático proyectados. Con esta información se determinarán qué sectores reúnen las mejores condiciones para una eventual reintroducción y/o translocación al objeto de mejorar la conectividad entre poblaciones y facilitar la recuperación de esta especie amenazada en el Sistema central.
El proyecto ha sido cofinanciado por la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y realizado por Biosfera Consultoría Medioambiental.