Lo primero es saber cuántas cabras montesas hay en el Parque Nacional
La cabra montés (Capra pyrenaica), es un endemismo de la península Ibérica que a principios del siglo XX estuvo al borde de la extinción. Esta especie es un elemento representativo de nuestra propia diversidad biológica, que puede considerarse una especie clave en la conservación de la biodiversidad de los hábitats de alta montaña donde se encuentra, por lo que su adecuada gestión es una premisa para Parque Nacional.
El Plan de Control de la cabra surge como necesidad urgente de establecer un control sobre ellas, que las mantenga en un equilibrio demográfico y sanitario dado el aumento desproporcionado de la población, ya adelantado anteriormente.
Durante los censos de primavera de este año se están llevando a cabo dos metodologías de censo para el recuento de sus poblaciones, una tradicional, el muestreo a través de itinerarios de censo y otra más innovadora, el conteo desde el aire, a través de drones.
Para el desarrollo del censo a través de itinerarios se han diseñado 48 recorridos que oscilan de 2 a 5 km aproximadamente, distribuidos por todo el Parque Nacional y que se realizan al amanecer o al atardecer coincidiendo con las horas de mayor actividad de las cabras. El trazado de los itinerarios se ha realizado previamente en un Sistema de Información Geográfica (SIG), con una identificación precisa sobre ortofoto y el mapa topográfico a escala 1:10.000 y posteriormente se han transformado en “tracks” de GPS para poder recorrerlos en el campo con exactitud.
Los censos a través de itinerarios son uno de los métodos de muestreo más utilizados para la estima de densidades, basados en el conteo de los individuos observados a lo largo de recorridos. Durante su ejecución el observador registra tres datos fundamentales, los individuos observados, la distancia a la que se observan y el ángulo o azimut entre el observador y las cabras. De esta forma y con la ayuda de los SIG y de programas específicos para el cálculo de densidades como “Distance” se puede obtener una estima bastante precisa del tamaño poblacional.
Además de esta metodología tradicional, este año y gracias al equipo de UTW (Unmanned Technical Works), vamos a echar mano de las nuevas tecnologías poniendo a prueba un nuevo censador, el ala fija Ebee, controlado de forma remota, que combina la información procedente de sistemas de posicionamiento (GPS) y navegación mediante GIS.,y que con su autonomía y velocidad de vuelo va ser capaz de cubrir áreas extensas de censo en poco tiempo, ayudándonos a conocer mejor la situación de las poblaciones de cabra montés desde una perspectiva desconocida hasta el momento.
Además de estos censos a través de itinerarios, los Agentes Forestales, Agentes Medioambientales, personal contratado, así técnicos de la encomienda y del Parque participan en el seguimiento continuo de la especie empleando 56 cuadernos de campo en papel y 10 en digital (tablet-android).
Tanto los datos de estos censos a través de estas dos metodologías como el seguimiento continuo nos aportarán una visión actualizada sobre la distribución y abundancia de la especie en el Parque Nacional y sobre las posibles zonas de expansión natural de la población.