El río Manzanares: la recuperación de un ecosistema herido

Desde el CISE se viene realizando un seguimiento periódico exhaustivo del estado ecológico del río Manzanares, en el ámbito de La Pedriza. La finalidad es poder contrastar si la actividad del baño ocasionó afecciones en el ecosistema fluvial del río, cuantificándolo de una manera técnica-científica y objetiva. En otra entrada del blog se resumieron los resultados obtenidos y los impactos observados en los años 2014 y 2015, mostrando una triste realidad: el estado ecológico del río Manzanares estaba bastante afectado a partir de Charca Verde. Lo más significativo, entre otros impactos, fue que la alteración constante del hábitat fluvial a lo largo de varios kilómetros de río y muy prolongada en el tiempo, estaba condicionando la presencia de especies fluviales típicas, observándose alteraciones en la dominancia, equilibrio y diversidad. Por ello, en el mes de junio de 2016, se aprobaron una serie de medidas encaminadas a la mejora del estado ecológico del río Manzanares, comenzando por el control de accesos a La Pedriza con vehículo particular y la prohibición del baño.

Durante el año 2016 se ha continuado con el seguimiento del estado ecológico en varios tramos del Manzanares, siempre siguiendo la misma metodología y en las mismas estaciones de control que los años 2014-2015. Dicho seguimiento analiza más de 20 variables físico-químicas, biológicas e hidromorfológicas.

Si nos acercamos al río y realizamos una exploración visual de éste, a diferencia de los años 2014 y 2015, los represamientos artificiales con muretes de piedras, los blooms algales o la elevada deposición de limos y materia orgánica en el cauce, se han normalizado considerablemente. Esto es indicativo de que los efectos más directos y evidentes relacionados con el baño, han desaparecido o se han minimizado considerablemente.

Sin embargo, otro tipo de observaciones menos evidentes que confirman cierta recuperación ecológica apuntan a que las poblaciones acuáticas van colonizando naturalmente el río Manzanares de una manera gradual. Además, se ha observado una notable mejora en la estructura y equilibrio del ecosistema fluvial. En este sentido, y muy resumidamente, las principales conclusiones del seguimiento ecológico son:

  • Recuperación de la calidad biológica y ecológica del río aguas abajo de Charca Verde, en torno a un 20% respecto al año 2015.
  • Mejora de la calidad biológica en el entorno de El Tranco en un 29,7% respecto año 2015, y con margen de mejora en este ámbito.
  • Los índices biológicos y de diversidad a lo largo del año 2016 se mantienen estables a lo largo del periodo estival. Probablemente este hecho sea el más llamativo, ya que en 2015 a partir del mes de julio dichos índices empeoraban muy cuantiosamente. Por ejemplo, en septiembre de 2015 aguas abajo de Charca Verde el índice de Berger-Parker fue del 0,81 (es decir, una dominancia del 81% del taxón dominante), normalizándose en el mismo mes del año 2016 a tan sólo el 22,1%.
  • Cambio en la dominancia, tanto a nivel porcentual como en su composición, hacia valores y especies más acordes con el tipo de río, así como la presencia de especies típicas de invertebrados bentónicos desaparecidas en el año 2015.
  • Los índices de diversidad muestran una mejor estructura y equilibrio de las poblaciones del ecosistema fluvial.
  • Presencia de especies típicas de ríos de montaña silícea, ausentes en años precedentes.

Estos resultados son muy alentadores. Sin embargo, otras variables como el hábitat fluvial, la recuperación de la vegetación de flora acuática, o la erosión, compactación y fragmentación de las riberas necesitarán un plazo de tiempo más amplio para retornar a un estado óptimo de conservación.

030 02 barrera pedrizaPor otra parte, la regulación del acceso de vehículos ha supuesto una reducción del 64% respecto a la entrada del año anterior. Obviamente esto ha supuesto también una menor presión sobre este ámbito muy masificado.

Las encuestas realizadas a los visitantes de la pedriza indican que en términos generales las medidas tomadas han sido bien aceptadas por los visitantes, pues más del 57% considera bien o muy bien la prohibición del baño, y más del 55% están de acuerdo con la regulación del estacionamiento nocturno. Quizá la medida más controvertida haya sido la regulación del horario de apertura de la barrera a vehículos con un 37,5 % de los encuestados a favor claramente de la decisión de reducir el horario. Significativamente, los porcentajes de aceptación aumentan considerablemente entre los habitantes de los municipios del Parque Nacional. A un 66,7% les parece bien o muy bien la prohibición del baño, un 77,8% la regulación del estacionamiento nocturno, bajando hasta un 55,7% las restricciones del horario de la barrera.

De esta manera, se sigue trabajando desde el Parque Nacional, que tiene como prioridad devolver al río Manzanares y sus ecosistemas asociados, al estado óptimo de conservación que le corresponde a un ámbito tan emblemático, a la vez que espectacular, como es la Pedriza.

Desde el Parque Nacional, de nuevo, ¡Muchas gracias a todos por ayudarnos a recuperar La Pedriza, ya que con vuestra colaboración lo estamos consiguiendo!