La restauración del Río Manzanares, un paso imprescindible en la conservación de La Pedriza
La declaración de Parque Nacional elevó a una mayor categoría de protección medioambiental gran parte de la Sierra de Guadarrama, incluida casi toda La Pedriza. En esta nueva situación, cualquier uso o actividad que se desarrolle en el Parque tiene que ser compatible con la conservación. Por ello, es necesario conocer de una manera rigurosa y científica como están afectando esas actividades y usos al estado de conservación de especies o hábitats. De esta manera, se determinan qué actividades son compatible o incompatibles con los objetivos del Parque Nacional, así como las medidas correctoras. Dado que el río Manzanares soportaba una intensa presencia de bañistas se decidió proceder a evaluar el impacto generado por esta actividad.
Desde el año 2014 el Centro de Investigación y Seguimiento, a propuesta de la dirección del Parque Nacional, implantó un seguimiento intensivo de la zona de baño de Charca Verde para determinar su estado ecológico y evaluar el efecto del baño. El estado ecológico engloba tres tipos de componentes: los físico-químicos, los biológicos y los hidromorfológicos. Los parámetros físico-químicos son fundamentalmente indicadores del enriquecimiento en nutrientes (concentración de fósforo y nitrógeno) o de la calidad y cantidad del agua (oxígeno disuelto, pH, mineralización, caudal, etc.). Vienen a ser una “foto fija” del momento, por lo que hay que interpretarlos con mayor cautela. En cuanto a los parámetros biológicos, se emplean índices que sintetizan la capacidad bioindicadora de los organismos que pueblan los ríos (peces, plantas e invertebrados bentónicos, estos últimos más conocidos como macroinvertebrados). Por último, los descriptores hidromorfológicos informan de algunos atributos fundamentales para el correcto funcionamiento ecológico de los ríos. Por ejemplo, se analiza el grado de conservación del bosque de ribera o de la diversidad de micro-hábitats presentes en un determinado tramo del río.
El sistema de seguimiento en el ámbito del Parque Nacional está compuesto por tres estaciones de control en el río Manzanares. Una es la estación de referencia, sin apenas impacto, situada agua arriba de la zona de baño. Por debajo de Charca Verde se localizó otra estación, con el fin de valorar la influencia del baño, y finalmente otra estación se sitúa en el ámbito de El Tranco, recogiendo el efecto del baño disperso en el tramo Canto Cochino-El Tranco.
Así pues, ¿qué resultados se han obtenido durante los años 2014 y 2015 en el río Manzanares?
De la evolución de más de 20 variables analizadas a una escala espacio-temporal, se deduce que la calidad ecológica del río Manzanares disminuye notablemente a medida que avanza la temporada de baño (verano) en las estaciones aguas abajo de Charca Verde. La alteración del estado ecológico es patente en las condiciones hidromorfológicas del río, es decir, en la homogeneización del hábitat fluvial y en la fuerte degradación del bosque de ribera. Estos impactos son evidentes para cualquier visitante: represamientos de piedras, remoción del substrato, basuras, blooms algales, acumulación de finos, erosión, compactación de los márgenes, desaparición de la vegetación, etc.
Sin embargo, lo que es menos evidente es que esta degradación también tiene importantes consecuencias sobre los organismos acuáticos. Por ello a lo largo del verano descienden los índices biológicos y de diversidad. También se modifica la composición de especies fluviales, con una sobredominancia de especies muy tolerantes a la contaminación orgánica. De esta manera, el estado ecológico en el tramo de El Tranco a partir del mes de julio descendió dos clases de calidad, de cinco, respecto a lo observado en la estación de referencia. Estos resultados se tradujeron en una alteración importante del estado ecológico del río.
Por ello, el Parque Nacional ha iniciado un proyecto de restauración ambiental de esta zona de la Pedriza, presentado el pasado jueves 19 de mayo en el Centro de Visitantes de La Pedriza. El proyecto de restauración propone múltiples actuaciones para recuperar el río Manzanares en el entorno del Parque Nacional, y una de cuyas consecuencias ha sido la prohibición del baño en la Zona de Charca Verde. En este sentido, hay que recordar que el baño ya estaba prohibido aguas debajo de esta Zona.
Esperemos que las medias de gestión adoptadas, así como la comprensión y el respeto por parte de los visitantes, permita cuanto antes la recuperación del estado ecológico en el Alto Manzanares, la vuelta de las condiciones naturales del río, y por ello el retorno de muchas especies desaparecidas de este ámbito tan particular como es La Pedriza.
¡Muchas gracias a todos por ayudarnos a recuperar La Pedriza, ya que con vuestra colaboración lo conseguiremos!