Libélulas y Caballitos del Diablo por la Sierra de Guadarrama

En este blog se avanzó en una entrada anterior la importancia de las poblaciones de odonatos en el ámbito del Parque Nacional. Ahora con los resultados del trabajo realizado en el año 2015 para el Parque Nacional y su Zona Periférica, se confirma el potencial, no sólo del Parque Nacional, sino de toda la Sierra de Guadarrama como un lugar idóneo para la supervivencia de este grupo de insectos tan emblemático. Trabajo cuyo autor es el experto en odonatos D. Víctor Salvador y cuya financiación lo ha sido a través del convenio de colaboración firmado entre las CCAA de Castilla y León y Madrid, y el Organismo Autónomo de Parques Nacionales del MAGRAMA.

Los odonatos (las libélulas y caballitos del diablo) son un orden poco relevante en cuanto a número de especies si lo comparamos con otros, por ejemplo los himenópteros o coleópteros. Sin embargo, tienen una serie de limitaciones, como la disponibilidad del hábitat y una cierta exigencia ecológica en el estado de conservación de las masas de agua que habita. Asimismo, las poblaciones sufren una serie de afecciones ligadas al hombre: regulación y modificación del hábitat, contaminación del agua, usos del territorio, y el Cambio Global, entre otros. Por estos motivos, los Espacios Protegidos, y en concreto las charcas, tremedales, lagunas y los ríos de la Sierra de Guadarrama, son sin duda un refugio para la odonatofauna.

De las 79 especies de odonatos citadas en España, el 54,4% viven en el Parque Nacional y su Zona Periférica. Es un porcentaje bastante elevado, si tenemos en cuenta que las estimaciones en función de las especies conocidas de insectos para la Sierra de Guadarrama en relación a la Península Ibérica, es del 35,5%.

Además en la Sierra de Guadarrama se ha detectado la presencia de varias especies protegidas, como: Oxigastra curtisii protegida por el catálogo nacional; Coenagrion mercuriale incluida en el listado de especies en régimen de protección especial, o Aeshna juncea, Coenagrion scitulum y Sympetrum flaveolum, incluidas en el Libro Rojo de Invertebrados de España. En términos porcentuales, el 27,7% de las especies registradas en la Sierra de Guadarrama están incluidas, al menos, en el Libro Rojo. Es otro punto a favor para la conservación de los odonatos en la Sierra de Guadarrama.

Aunque prácticamente todas las masas de agua de la Sierra de Guadarrama tienen su particularidad en cuanto a la conservación de los odonatos, a un nivel espacial hay que destacar ciertas zonas con elevado valor ecológico, por la presencia de especies protegidas o bioindicadoras, además de una elevada diversidad de odonatofauna. Estas dos zonas se localizan en el río Eresma, y en la zona RAMSAR Humedales del Macizo de Peñalara.

En definitiva, unas de las principales conclusiones que podemos extraer es la importancia de los ecosistemas acuáticos en la Sierra de Guadarrama y en el Parque Nacional y su Zona Periférica, por albergar, entre otros, un elevado potencial para la conservación de la odonatofauna ibérica. Lo que justifica que sea una prioridad desde la Dirección del Parque Nacional, velar y seguir el estado de conservación de los ecosistemas acuáticos y de sus poblaciones, tanto en el Parque Nacional, como en su Zona Periférica.