Los dragones del Parque Nacional
Ángel Rubio
En la jerga se les denomina odonatos, si bien, es un orden de insectos que engloba dos grupos, las libélulas o anisópteros y los caballitos del diablo o zigópteros. Sus larvas son acuáticas y permanecen así durante 1 a 4 años, dependiendo de la especie y de las condiciones ambientales, hasta su emergencia hacia la fase adulta, maravillando con sus vuelos acrobáticos y espectaculares cromáticas. Los humedales RAMSAR del Macizo de Peñalara son, sin duda, un hábitat ideal para su distribución, debido a la enorme variabilidad de humedales, que desde efímeros a permanentes, o de pequeñas charcas a grandes lagunas, favorece la presencia de odonatos.
En la visita que realizamos junto al experto Víctor Salvador, hemos confirmado la presencia de una docena de especies diferentes en las Zonas de Máxima Reserva del Parque Nacional en Peñalara. Sin duda fue una jornada de campo excepcional, en la que aprendimos muchísimo con él, y de la que, en los próximos meses, se sacarán importantes resultados. Lo que podemos avanzar es que el territorio de este Parque Nacional sigue revelando el rico patrimonio natural que alberga, en este caso la enorme diversidad de odonatos. El 15,2% de los odonatos españoles viven en los humedales del Macizo de Peñalara. Pero si ampliamos a la Zona Periférica, el 54,4% de las especies de odonatos españoles viven en algún lugar de la Sierra de Guadarrama. Es todo un privilegio disponer de semejante riqueza de odonatofauna, es decir, de dragones de la Sierra de Guadarrama.
En la Península Ibérica habitan únicamente 79 especies. De ellas, casi la cuarta parte se incluyen en el Libro Rojo de Invertebrados españoles, lo que les confiere un valor añadido en cuanto a su conservación. Además son excelentes indicadores del estado de conservación del medio y como no, del Cambio Global. Por ello, el Centro de Investigación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, trabaja intensamente en la línea limnológica, mediante el seguimiento de los ecosistemas acuáticos.
Si cabe destacar alguna libélula del Parque Nacional es el aésnido Aeshna juncea que habita en ambas vertientes del Parque Nacional. Se trata de una especie incluida en el Libro Rojo de Invertebrados, que en España sólo habita en los sistemas montañosos de Picos de Europa, Pirineos y muy puntualmente en la Sierra de Guadarrama, además de alguna localidad aislada. Presenta una distribución fragmentada, por lo que está aislada de poblaciones más septentrionales. La singularidad de la especie es que puede tratarse de una de las poblaciones más meridionales de Europa. En el Parque Nacional se sigue trabajando en minimizar los posibles riesgos e impactos que perjudiquen a estas especies y que atenten contra la persistencia de sus poblaciones (Cambio Global, excesiva presión por el uso público, introducción de especies, etc.)
Es un trabajo en el que colaboráis con notros al respetar la normativa del Parque ¡¡¡Gracias!!!