Empezamos la campaña del seguimiento de los ríos y arroyos !!mirando al cielo!!!

estiajePara determinar su estado ecológico, cuantificamos diferentes variables físico-químicas, hidromorfológicas, y biológicas tanto del cauce como de la ribera.  Entre las biológicas destacan las poblaciones de macroinvertebrados acuáticos, que son nuestros aliados debido a la enorme biodiversidad de especies, géneros y familias de estas poblaciones tan variopintas. Es por ello que son excelentes indicadores de la calidad del agua. La conjunción de todas estas variables nos indica el estado ecológico. Hace poco hemos grabado un reportaje donde puedes ver alguno de estos muestreos.

La red de seguimiento evalúa los principales ríos y arroyos del Parque Nacional, indicándonos los posibles impactos o alteraciones sobre nuestros ríos serranos. Una de las funciones del Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación es la de apoyar técnicamente las decisiones que se adoptan en la gestión del Parque Nacional, basado por tanto en un conocimiento previo. Esto es más importante aún en un año como el actual, en donde las elevadas temperaturas y la escasez de lluvias, aunque propias del clima mediterráneo, están siendo más extremas que los registros medios históricos de la zona.

Esta semana, en las primeras salidas de campo, hemos comprobado que muchos de los arroyos que se secan a finales del verano lo han hecho a mediados de la temporada estival, aproximadamente un mes antes de lo normal. Para hacernos una idea, vamos a tomar como referencia la serie histórica (1946-2014) de la estación de la AEMET en el Puerto de Navacerrada. En los meses de primavera y verano (de marzo a julio inclusive) ha llovido un 43% menos. Sin embargo, lo que es destacable es la bajísima precipitación del mes de mayo que fue de tan sólo 11,1 litros/ m2 en el Puerto de Cotos, cuando lo normal es 127 litros/ m2. Es un 91% menos de la precipitación normal. Es más, la mínima precipitación observada en un mes de mayo durante los últimos 70 años fue de 19,5 litros/ m2 (año 1990), por lo que este año se ha superado el registro de precipitación mensual mínima en este mes. Además todos hemos comprobado las elevadas temperaturas de los últimos meses.

Esperemos que el resto de verano y el otoño, nos dejen al menos abundantes precipitaciones tan necesitadas por los ríos de la Sierra de Guadarrama, así como de la flora y la fauna que a menudo a ellos se asocian. Por ello estamos... ¡¡¡Mirando al cielo!!!