Ampliar el parque nacional no es sólo aumentar la superficie

122 01 Monte Cabeza HierroMonte Cabeza Hierro. Autor: Ignacio Granados.El pasado 11 de diciembre la Comunidad de Madrid solicitó formalmente que el iniciodel trámite de ampliación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. La solicitud incluye cuatro zonas distintas. Tres de estas zonas son propiedad de la Comunidad de Madrid: la finca El Término del Paular, recientemente adquirida por la Comunidad, y dos zonas pertenecientes a montes de utilidad pública que en la declaración del parque nacional se dejaron fuera de éste. Además, la propuesta incluye la totalidad del monte Cabeza de Hierro (conocido popularmente como el pinar de los belgas), también adquirido hace relativamente poco tiempo por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales.

La ampliación requiere en primer lugar que se produzca sobre terrenos colindantes, de manera que las nuevas superficies estén conectadas con el actual parque nacional, lo que se cumple en todos estos casos. Esta ampliación supondría un incremento del 8,97 % respecto a la superficie total del parque nacional (un 14,04 % teniendo en cuanta sólo la vertiente madrileña). Pero no se trata sencillamente de ampliar la superficie, sino que los territorios propuestos deben ser de características similares a las del parque nacional o bien que sus valores resulten complementarios a los del parque nacional. Por ello el Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ha realizado dos informes sobre los valores naturales y culturales que aportarán tantos los territorios propiedad de la Comunidad de Madrid como el monte propiedad del Organismo Autónomo de Parques Nacionales.

Archivos:
informe_thb

Informe sobre la ampliación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, por incorporación de diversos montes públicos.

Respecto a los valores similares a los del actual parque nacional de la finca el Término del Paular, los territorios de la ampliación suponen una mejora de la representatividad de varios sistemas naturales característicos de la sierra de Guadarrama entre los que cabe destacar los «Pinares mesófilos de pino silvestre (Pinus sylvestris) en formación mixta con melojo (Quercus pyrenaica)», los «Melojares supramediterráneos carpetanos e ibérico-meridionales», los «Cursos de agua y bosques de ribera», representativos de montaña mediterránea silícea, y en menor medida, «Temblares» y las «Saucedas de Salix atrocinerea y/o Salix salviifolia». La propuesta de ampliación incrementa la extensión de los sistemas naturales (1.032 ha y 18 km de cursos fluviales), mejorando así la capacidad para sostener los procesos ecológicos del parque nacional. En este sentido se favorece, por ejemplo, la presencia estable de poblaciones reproductoras de lobo (Canis lupus) y gato montés (Felis silvestris). Con la ampliación se fomenta la continuidad tanto física como ambiental de las laderas de los Montes Carpetanos a lo largo de todo el gradiente altitudinal entre las cumbres y el fondo de valle que, de manera que puede constituir un corredor natural de la máxima protección para las especies afectadas por el cambio climático. También conlleva un mayor recorrido de los cauces fluviales en el interior del parque nacional, aportando una mayor continuidad de las poblaciones acuáticas.

En cuanto a valores complementarios de la finca El Término del Paular está la incorporación de sistemas naturales no existentes en el actual parque nacional, por encontrarse principalmente en zonas de menor altitud, y que presentan gran singularidad e interés para la conservación en el ámbito de la sierra de Guadarrama, como los «Quejigares supramediterráneos calcícolas, ibéricos o béticos de Quercus faginea subsp. Faginea» y las «Praderas o prados de siega (Molinio-Arrhenatheretea, Arrhenatherion elatioris)». En el caso de la fauna, la ampliación aporta de modo complementario una variedad de fauna representativa de zonas de piedemonte, prados de fondo de valle y bosques de ribera, con zonas de ecotono de pinar silvestre y melojares.

Respecto al monte Cabeza de Hierro, sus pinares naturales contribuyen a formar un sistema más completo y representativo de los pinares de Pinus sylvestris del parque nacional. Cuenta con una proporción relevante de las especies y comunidades propias de los pinares de pino albar y su extensión, más de 2000 ha, es suficiente para permitir su evolución natural, de modo que mantenga sus características físicas y biológicas y se asegure el funcionamiento de los procesos ecológicos presentes. En estas cabeceras de cuenca nacen los principales afluentes del río Lozoya, como vertebrador del Alto Lozoya. Como valores complementarios, este monte contribuye con hábitats muy poco o nada representados en el parque, así como con algunas especies singulares que no existen en la actualidad en el parque nacional. Entre ellas se encuentran trece balsas de agua de origen artificial, pero muy naturalizadas y que suponen importantes focos de biodiversidad en la cabecera de valle.