Nunca llueve a gusto de todos
Ángel Rubio
El clima es el principal regulador de los ecosistemas. En la Sierra de Guadarrama el clima es típicamente mediterráneo, de carácter continental, y de alta montaña al estar influenciado por la topografía de la Sierra, condicionando tanto la presencia de la flora y la fauna, como la fenología de las especies. El clima condiciona también los caudales de los ríos serranos. Los ríos de la Sierra de Guadarrama se clasifican como ríos pluvionivales, ya que las precipitaciones otoñales, así como la precipitación sólida en invierno en forma de nieve (cada vez menos frecuente como veremos a continuación), se van exportando gradualmente aguas abajo con el deshielo, en general en la estación primaveral, siendo las épocas con mayor caudal. Sin embargo, el actual cambio climático ocasiona que cada vez con más frecuencia la sierra de Guadarrama tenga episodios más cálidos y secos, a la vez que episodios más torrenciales.
Previamente a comentar los aspectos hidrológicos, vamos a resumir brevemente la meteorología, tomando como referencia los registros de la estación meteorológica del puerto de Cotos de los últimos 20 años (2003-2022). La precipitación media anual es de 1362.7 mm, con una temperatura media anual de 7.2 °C. A lo largo del año 2023, se ha podido comprobar una gran variabilidad tanto en la temperatura como en la precipitación y, por tanto, en el espesor de nieve. El año comenzó muy húmedo (251.7 mm, frente a los 172.6 de media del mes de enero). Por el contario, los meses siguientes, febrero, marzo y abril, fueron un 80%, 38% y 86% más secos de lo normal, respectivamente. De hecho, el mes de abril ha sido el más seco desde que hay registros en la estación meteorológica del puerto de Cotos. En cuanto a la temperatura, el inicio del año 2023 fue ligeramente más frío de la media del periodo (1.2 °C). La temperatura media del mes de febrero fue de 0.20°C, siendo 0.18°C mayor que la media del periodo. Sin embargo, los meses de marzo y abril han sido excepcionalmente cálidos, siendo 2.2°C y 2.4 °C superior a la media del periodo. Por el contrario, los meses de mayo y junio han sido muy ligeramente más frescos de la media (0.29°C y 0.27°C respectivamente).
Consecuentemente, esta meteorología anómala ha originado que las reservas de agua en forma de nieve y hielo en la Sierra de Guadarrama durante el invierno y primavera de 2023 hayan sido muy escasas. El espesor medio (periodo 2003-2023) de la cubierta nival en el puerto de Cotos (enero-mayo) es de 14.8 cm, frente a los 5.4 cm registrados en el año 2023. Pero lo realmente anómalo ha sido que la cubierta nival ha durado únicamente 52 días (del 15 de enero al 6 de marzo). Y eso se ha notado en los caudales de los ríos y arroyos durante esta primavera.
¿Cómo se traduce en los caudales de nuestros ríos? Durante los meses de mayo a septiembre de 2023, el Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación (CISE) está realizando mediciones periódicas de caudal en los ríos del Parque Nacional. Un punto de medida de caudal se localiza en la estación de aforos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (Río Lozoya - El Paular), con la finalidad de comparar caudales históricos y los actuales, ya que dispone una serie continua desde el año 1967.
Lógicamente, la meteorología registrada meses atrás ha tenido su efecto en los caudales circulantes en los cursos fluviales de la Sierra de Guadarrama. En este sentido, en el mes de mayo el caudal circulante en la estación de aforos fue un 94% menor del que debería ser habitual (0.152 frente a los 2.59 m3/s). Es más, el caudal de mayo en este tramo se encontraba por debajo del caudal medio de los meses de agosto y septiembre, siendo los meses con menor caudal en los ríos serranos. Afortunadamente, las lluvias caídas a finales de mayo, y durante el mes de junio, ha ocasionado un moderado incremento del caudal, aunque la sequía acumulada meses atrás no ha permitido un incremento hasta lo que sería normal en esta época. En el mes de junio de 2023 el caudal medio del río Lozoya ha sido de 0.402 m3/s, todavía un 69% inferior al promedio del periodo 1967-2019. Durante el mes de julio, de modo provisional, el caudal circulante es de 0.246 m3/s, un 42% menor que la media del periodo.
Por este motivo, desde el CISE queremos señalar que la situación tan crítica de sequía acumulada del invierno y primavera de este año desencadena que los cursos fluviales sean aún más vulnerables ante cualquier impacto. Por ello, es importante destacar que la alteración del hábitat fluvial, así como el baño, tiene una serie de consecuencias para los ecosistemas de los ríos, como la pérdida de diversidad y del estado ecológico, o el aumento de nutrientes e incremento de la eutrofización de las aguas, entro otras.
También os recordamos que tanto el río Eresma, en la vertiente norte, como los ríos Manzanares y Lozoya en la vertiente sur, están declarados como Reservas Naturales Fluviales, englobados así en la élite de los ríos mejor conservados de España. Por ello, queremos que tú seas participe en la conservación de nuestros ríos ¡Respétalos, Cuídalos!