El modelado de las rocas graníticas, un proceso lento pero efectivo

Numerosas paredes en La Pedriza tienen un nombre propio que hace referencia a su forma. Algunos ejemplos son el Hueso, el Elefante, Cinco Cestos, el Yelmo, el Pájaro, o la Vela, entre muchos otros. Además de grandes paredes con morfologías características, también es frecuente encontrar bolos graníticos con formas singulares, como pueden ser el Cerdito, el Caracol o la Calavera.

Casi todos los factores que participan en la meteorización superficial del granito tienen relación con el régimen climático. El agua está considerada como el elemento principal para que se pongan en marcha algunas reacciones químicas, como la hidrólisis, la hidratación y oxidación, que son las que más afectan a los minerales presentes en los granitos. Por tanto, la efectividad de la meteorización química estará directamente influenciada con la humedad ambiental, grado de saturación de la roca y tiempo de permanencia del agua en contacto con la roca.

Por otra parte, los cambios de temperatura también juegan un papel fundamental como agente de meteorización física, con una efectividad que dependerá de la insolación y por tanto de la orientación de las rocas. La insolación genera diferencias de temperatura que actúan a escala de los granos minerales de la roca y, como cada mineral tiene un coeficiente de dilatación térmica diferente, las dilataciones y contracciones diferenciales contribuirán a la desagregación mineral de la superficie rocosa. Estas variaciones de temperatura, además de controlar el calentamiento y enfriamiento de la superficie rocosa, regulan los ciclos de hielo y deshielo del agua intersticial presente entre los granos de roca alterada, ayudando a la separación de minerales. Además de los factores químicos o físicos citados, la presencia de microorganismos también juega un papel importante en la alteración superficial. Estos microorganismos pueden crecer entre las microfisuras de los granos minerales, produciendo un efecto mixto físico, químico y biológico.
 
Según los mecanismos descritos, el modelado de las superficies de las rocas es muy básico, y se produce por un proceso de desagregación granular que avanza hacia el interior de la roca por desprendimientos de grano a grano, o bien por desplacado de microlajas; sólo hace falta tiempo. Las morfologías resultantes pueden ser muy diversas y variadas, siendo algunas de las más características las pilas o pilancones, tafoni, acanaladuras, microrelieves o agrietamientos poligonales.

Microepics está estudiando cómo influyen los cambios de temperatura y humedad en el proceso de alteración de las pilas graníticas. Uno de nuestros objetivos a largo plazo es además explorar las posibles relaciones entre la tipología de las pilas y la presencia de determinadas comunidades de protistas.