La vida triunfa
Pablo Sanjuanbenito García
El pasado viernes 17 de abril tuve que salir por primera vez del confinamiento domiciliario para trabajar en el monte. Se está realizando un tratamiento selvícola en la Pedriza de Manzanares y tenía que ir a verlo. Son cortas de mejora de la masa forestal que está siendo atacada desde hace muchos años por un hongo saprófito denominado Armilaria melea. La masa forestal está envejecida y con sobredensidad y en las zonas de umbría, donde más húmedo es el suelo, el hongo le gana la partida al árbol y lo acaba matando sobre todo a los pinos resineros.
Pero allí, donde se abre hueco por que muere el viejo pinar, triunfa la vida. Es el milagro de la pascua, muere el “hombre viejo” y resucita, con la luz, con la primavera, el “hombre nuevo”.
De la misma forma, donde se abre el pinar de repoblación monoespecífico o con poca variedad específica y genética, que fue plantado en los años 50 para frenar los intensos procesos erosivos, comienza el regenerado natural, con fuerza, diverso, venciendo al hongo, rejuveneciendo la masa. Matorrales espinosos como los majuelos, los rosales silvestres o las zarzas protegen a las pequeñas encinas, fresnos, sauces y hasta algún cerezo y por supuesto a los nuevos pinos.
Esto es lo que vi en mi visita de campo, la vida abriéndose camino, el pinar rejuveneciendo, los árboles y arbustos con sus yemas en plena apertura, los pájaros llamándose unos a otros urdiendo sus planes reproductivos para este año, los ladridos de los corzos, los renacuajos llenando las charcas, la hierba creciendo para dar de comer a nuestras vacas serranas. Disfruté de la primavera, de los arroyos de río Manzanares que pasaba bravo bajo el Puente de las Ranas.
Disfruté de un ambiente libre de miasmas, miedos, de malos efluvios. Pensé en lo necesitada que va a estar ahora le gente de estas sensaciones después de meses de confinamiento domiciliario en pisos y barrios donde la naturaleza es, como mucho, un árbol de alineación en la calle, un gorrión en la ventana o un cielo iluminado en el atardecer.
La vida sigue ahí afuera, yo soy testigo, sigue con fuerza, impulsada por esta lluviosa y templada primavera.
Va a estar ahí cuando podamos salir de nuestras casas, la vamos a necesitar.
Pablo Sanjuanbenito García
Codirector Conservador del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama por Madrid