Ventanas al Parque Nacional
Juan Vielva
La iniciativa, recién inaugurada por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, de abrir ventanas al paisaje natural del Parque Nacional para ofrecérselas a todos los ciudadanos confinados en sus casas, y en los centros sanitarios, debe ser saludada con agradecimiento, no solo por los beneficios que puede proporcionar, al bienestar emocional y físico, la contemplación del paisaje natural de nuestra querida y antañona Sierra, sino que, además, constituye una llamada de atención a la necesidad que tenemos de proteger la calidad visual de este paisaje serrano, sin duda benefactor en muchos aspectos de la salud.
Porque parece una evidencia la relación que existe entre salud y paisaje, viene a cuento una de las ponencias que hace años se presentó en el magnífico curso de verano, titulado “La Sierra de Guadarrama. Naturaleza, Paisaje y Aire de Madrid, dirigido por el guadarramista Antonio Sáez de Miera. Ponencia titulada “Salud y Paisaje” que nos regaló el profesor Roger S. Ulrich, responsable del Departamento de Planificación Urbana y Regional de Texas A&M University
El objetivo principal del profesor Ulrich fue presentar una visión de los resultados de diversa investigaciones científicas sobre la incidencia, que la contemplación de los paisajes naturales o rurales, puede tener sobre sobre el bienestar y la salud humana. Señalando que los beneficios de la contemplación de paisajes naturales han ido más allá de las preferencias estéticas, confirmando su carácter restitutivo a tenor de los efectos positivos observados sobre los estados emocionales, sistemas fisiológicos,etc… en definitiva, sobre la salud humana.
Señalaba el profesor, y viene a cuento como decía, que los beneficios para la salud, derivados de la contemplación del paisaje, son mayores en los individuos que experimentan altos niveles de estrés o ansiedad que requieren pasar largos periodos en entornos de confinamiento. Todas las investigaciones y estudios contenidos en su ponencia concluyen que los paisajes naturales próximos a las grandes ciudades es un plus a la calidad de vida de sus pobladores, contribuyendo al bienestar y a la salud de las poblaciones.
Cuerda larga. Autor: Ignacio Granados
Es de esperar que así funcione este regalo del Parque Nacional y que sirva no solo para hacer más llevadero el confinamiento, sino, es lo más importante, influir positivamente en la salud física y el carácter moral de las personas enfermas o confinadas que se asomen a estas ventanas.
Todo lo expuesto nos lleva a la necesidad de proteger la calidad visual de la Sierra de Guadarrama, por su carácter benefactor y a entender que este carácter benéfico para la salud podría verse mermado si sus paisajes fueran objeto de una desmedida intervención humana. Intervención que, en definitiva, fuera en contra de la necesaria conservación de la naturaleza. No debemos olvidar la certeza de que la naturaleza es el ingrediente fundamental del paisaje, y que, ésta, se convierte en paisaje cuando es observada por el hombre.
Juan Vielva
Responsable del Centro de Investigación y Apoyo a la Gestión