Las letras de la mano del Parque Nacional

023 01 Finalistas y premiadosAl fin llegó el gran día. El sábado 30 de marzo amaneció soleado y fresco, formando un escenario espléndido para celebrar la entrega de premios del Certamen de Narrativa del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que este año ha celebrado su III edición. Ni siquiera las nubes que poco a poco fueron cerniéndose sobre Lozoya, sede nuevamente de nuestro acto, lograron ensombrecer el ambiente alegre y festivo del acto.

La sala, cedida por el Ayuntamiento de Lozoya, fue llenándose poco a poco por los afortunados finalistas y sus acompañantes, la mayoría familiares y amigos cercanos, que no estaban dispuestos a perderse la oportunidad de ver a sus allegados obtener alguno de los premios o menciones otorgados por el jurado. Al final se consiguió lo que todos esperábamos: lleno absoluto.

Y es que no podía ser menos, viendo el éxito de participantes en el certamen: hasta 64 relatos hemos recibido este año, duplicando el número del año anterior. Es lo que tienen estos eventos: una vez que se dan a conocer y echan a rodar, si el formato es adecuado, el éxito está garantizado. Y se ha visto que lo es.

Los relatos recibidos tienen procedencias muy diversas. Por supuesto, no podían faltar relatos escritos por los habitantes de los pueblos del entorno del Parque Nacional, aquellos que viven sus valores naturales y culturales más de cerca y que, por decirlo así, “lo llevan en la sangre”: Navacerrada, El Boalo, Rascafría… Varios han sido los vecinos de estos y otros pueblos  que se han animado a transmitirnos lo que dicho espacio representa para ellos.

Pero también nos han llegado narraciones procedentes de todos los rincones de España: Castilla y León, Galicia, Castilla La- Mancha, Murcia, Comunidad de Madrid… Y, lo que ha sido más sorprendente, de fuera de España, concretamente nos han escrito desde Argentina, Chile y Ecuador. Todo ello nos hace caer en la cuenta de la universalidad de los valores que nuestro Parque representa.

Elegir a los ganadores no debe de haber resultado una labor sencilla para el jurado por la calidad de los relatos, tanto de los que fueron seleccionados finalistas como de los que se quedaron a las puertas. Y, especialmente entre los finalistas… ¡qué difícil es tener que premiar sólo a dos, sabiendo que muchas de las narraciones merecían un reconocimiento! No obstante, todos los escritores, noveles o consolidados, deben sentirse igualmente satisfechos por haber participado en el certamen, máxime si han resultado finalistas, aunque se hayan quedado a las puertas del premio. Tuvimos la fortuna de contar con Francisco Tomás Montalvo, Javier Gregori, Juan Miguel Tirado y Pilar Fraile como miembros del jurado.

Pasión por la naturaleza y por los valores del Parque Nacional, fraternidad, camaradería, amor, recuerdos teñidos de nostalgia… Son los sentimientos que más han destacado entre los relatos recibidos. Seguro que más de una lágrima se ha escapado de alguno de los autores (¡y de los lectores!) al desnudar su alma y traer a la memoria acontecimientos y recuerdos tan arraigados y profundos.

023 02 Primer premio Agustin GarciaTodo esto tuvo, finalmente, su recompensa. A las 12h comenzó el acto de entrega de premios, contando con la presencia del Co-Director del Parque Nacional, Pablo Sanjuanbenito, del Alcalde Accidental de Lozoya, Juan Miguel Tirado, y de representantes de los Centros de Visitantes del Parque Nacional. Debido a la calidad de los relatos, la organización decidió hacer entrega de tres Menciones de Honor: Oficio de neveros, de Miguel Ángel Muñecas Vidal, una interesante y muy documentada visión a este oficio tan ligado tradicionalmente a la Sierra de Guadarrama, Sanatorios, poetas y amoríos, de Luis David San Juan Pajares, una obra plagada de nostalgia y sentimiento, y El mapa del Ejército, de Diego Barberán Molina, obra en la que los valores predominantes son la nostalgia y la amistad que perdura en el tiempo. En segundo lugar quedó La niña y el Yelmo, de Daniel Nieto Núñez, una obra que conmovió a todos los espectadores, ambientada en La Pedriza y que tiene por protagonistas a un joven pastor y su perra. Y, finalmente, el primer premio fue otorgado a Los túneles de la luz, de Agustín García Aguado, narración en primera persona donde nuevamente el sentimiento quedaba a flor de piel.

Los autores premiados, además de leer su relato ante todos los presentes, tuvieron la oportunidad de contar en qué se habían inspirado a la hora de escribir y qué habían tratado de transmitir, con lo que su visión personal de la Sierra de Guadarrama quedó de manifiesto para todos.

En fin, no queda sino felicitar nuevamente a los premiados, así como agradecer a todos los participantes en el certamen su implicación en el mismo y animándoles a participar nuevamente en la IV edición.

Y es que el deseo de llevarse alguno de los galardones es motivo suficiente para volver a escribir el año que viene, pero hay algo que queda por encima de cualquier premio o distinción: la oportunidad de dar a conocer la Sierra de Guadarrama a todos y, sobre todo, lo que representa para cada uno de nosotros.

 

Los relatos premiados se publican periódicamente, puedes consultarlos aquí.

 

 

José Antonio Guerra

Educador Ambiental de los Centros de Visitantes