La sierra a pinceladas…
María Villamayor Martín
Paseando por el pueblo segoviano de San Rafael, a finales de julio de 2014, me fijé que había varias personas pintando diversos rincones de este municipio. Al preguntar me contestaron que participaban en el XXVIII Concurso de Pintura Rápida “El Arcángel”. Este fue el germen para la idea de organizar un concurso de las mismas características en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
¿Por qué poner en marcha un Concurso de Pintura Rápida?
Teniendo en cuenta que pintores de todas las épocas han reflejado la Sierra, primero como fondo de sus retratos reales y, con posterioridad, como tema central de sus obras, y que el pleniarismo o pintura “au plein air” aparece en escena a mediados del siglo XIX en París en la ebullición artística que se produjo en esa época y sigue hasta nuestros días, parece lo más lógico aunar ambas disciplinas; que aficionados a la pintura o semiprofesionales pinten al aire libre intentando captar la esencia de lo que contemplan, estudiando y plasmando la luz natural para conseguir determinados efectos y aplicarlos a su pintura. ¿Qué mejor manera de hacer una obra que con un tiempo determinado donde la iluminación, los colores, el movimiento,…, son instantáneos? Mañana el mismo paraje será diferente.
Después de mucho esfuerzo y trabajo, el 6 de junio de 2015 se materializó el I Concurso de Pintura Rápida del Parque Nacional. Veintidós fueron los participantes de todas las categorías. Los dos años siguientes la participación fue algo menor. En el segundo, tuvimos que competir contra las inclemencias del tiempo del caprichoso mes dedicado a la diosa Juno. Su meteorología desagradable, el día amaneció lluvioso y frío, impidió la alta participación del año antecedente. El tercero, estuvimos a la sombra del veterano concurso del mismo estilo “Ciudad de Ávila”.
Las vicisitudes de estos tres primeros años, han hecho que vayamos aprendiendo cómo solventar problemas para ir mejorando en cada edición. Y seguiremos haciéndolo en los años venideros.
Este verano, aunque la jornada amenazaba tormenta, no amedrentó a los amantes de la pintura. Con sus caballetes, lienzos y pinturas, se personaron en el punto de sellado veintiocho pintores con la ilusión de conseguir captar la magia que envuelve el paisaje serrano. El fallo del jurado y la entrega de premios se realizó en la Plaza del Pueblo de Manzanares el Real, cuyo Ayuntamiento colaboró con el Centro de Visitantes este año.
Los ganadores reflejaron a la perfección diversos lugares de la Sierra, dando a sus obras su personal visión. El ganador del primer premio, Pedro Cebrián y el segundo premio, Miguel González pusieron de manifiesto la parte más antigua de este lugar: su geología. Las rocas son la base de las montañas aunque no son todas iguales, algo que queda patente en estos dos cuadros que muestran dos zonas diferentes: “Sierra de Guadarrama” y “La Pedriza”. La mención de honor de adultos, Cristina Pollesel aprovechó la inestabilidad atmosférica del día para su obra “Día de tormenta anunciada”. Y la mención de honor juvenil, Gadea Prieto pintó una obra hecha por el hombre, el embalse de Santillana, titulado “En el lago”.
Las musas no me han otorgado su gracia para dedicarme a este arte clásico pero, tengo que reconocer, que organizar y llevar a cabo esta actividad me ha proporcionado la oportunidad de conocer a gente que se entusiasma con la pintura y me han ilustrado sobre técnicas y estilos. No hablo sólo de los participantes en las diversas ediciones, algunos de ellos han repetido experiencia; sino de las personas que conforman el jurado, que de manera desinteresada, prestan su tiempo y conocimientos a esta causa. Hablando con ellos durante este cuatrienio, he indagado sobre su personalidad y obra. Enamorados de su trabajo, trasmiten su pasión en cada uno de sus cuadros dejando patente la belleza de algo pequeño, como una flor, o la grandiosidad de un paisaje. Son artistas que viven y plasman en sus obras nuestra Sierra: Bernado Lara, Juan Luis Alcalde y Godelieve Dekamp son los especialistas en esta materia que más tiempo llevan dando su experta opinión. Este año hemos contado con una nueva incorporación a este elenco: Jara Sedeño. Aunque no debo olvidar a Max Hierro, Ezequiel Martín y Daniel Urquía, que, otros años, nos prestaron su apoyo en el Concurso Infantil.
Cuatro concursos conforman la oferta que tiene el Parque Nacional para promocionar sus valores naturales, culturales y humanos: narrativa, pintura, fotografía y cortometrajes. Estos certámenes, junto a las diferentes actividades programadas para los fines de semana, nos enseñan a conocer la Sierra de Guadarrama desde todos sus puntos de vista, integrando su lado más científico con el más histórico y vivencial de las personas que la llevan poblando desde el Hombre de Neandertal.
La dura tarea de preparar un concurso se ve recompensada cuando ves las obras de los participantes. Su ilusión, destreza, sabiduría… plasmadas en un lienzo, una cuartilla, una grabación o una imagen. Esta experiencia no tiene parangón.
María Villamayor Martín
Educadora ambiental de los Centros de Visitantes del Parque Nacional