Buscando consensos en la regulación de la escalada
Marcos G. del Río / Luis Navalón
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama posee multitud de opciones para la práctica de la escalada, tanto en roca, terreno mixto e incluso hielo cuando el inverno es propicio. Su variedad de materiales (granitos y gneises), formas, ambientes, etc. dibujan un escenario único para escalar. La fama de ciertas escuelas, sectores y vías propicia que acudan anualmente miles de escaladores, gran parte de ellos de nuestros pueblos cercanos, y otros muchos de otras regiones y países.
Como parte del proceso de redacción del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que dictará la normativa y regulará los usos en el Parque Nacional, se está consensuando con los escaladores el borrador de la norma que se aplicará en el Programa de Uso Público en lo referente a este deporte. Debido a que los principales motivos por los que la práctica de la escalada se puede ver restringida en el Parque Nacional son de carácter temporal (nidificación de aves amenazadas), se plantea una ordenación dinámica de la actividad y, para ello el PRUG prevé la creación del Comité Técnico Consultivo de Escalada. A este comité, en el que estarán representados la administración, los deportistas y los conservacionistas se le pedirá opinión sobre el desarrollo de la escalada y propuestas futuras.
¿Qué es Plan de regulación de la escalada y por qué es necesario?
El Plan de regulación de la escalada es una herramienta indispensable de gestión y tiene como objetivo la ordenación de esta actividad, de manera que exista una convivencia entre la escalada en sus diferentes modalidades, y la conservación del medio natural.
Como ocurre con el resto de los visitantes, cada vez son más los escaladores que nos visitan, sobre todo en ciertos sectores. Toda actividad que se lleva a cabo en la naturaleza va acompañada de unas alteraciones que pueden afectar de manera negativa al medio natural, tanto más graves cuantos más son los practicantes. En el caso de la escalada pueden ser la presencia de basuras, la erosión de caminos, impactos visuales debido a elementos ajenos a la roca, etc. y otras que afectan directamente a la fauna y la flora, relacionadas con la mera presencia de los escaladores, como las alteraciones sonoras, visuales, de contacto y molestias a nidos de aves protegidas o a refugios de otros animales. Por tanto, dada la gran cantidad de escaladores, las nuevas modalidades, la evolución deportiva, el ingente número de vías de escalada ya existentes y los impactos negativos detectados en ciertas zonas, se hace necesaria una regulación entendida no como prohibición, sino como una forma de conciliar intereses.
El Plan de regulación se basa en dos premisas o condicionantes. Por un lado, la conservación del medio natural que debe formar parte de los objetivos del escalador, siendo un colaborador activo en las estrategias de conservación y sostenibilidad. Por otro lado, las regulaciones que marcarán dónde y en qué condiciones o épocas se puede escalar en el Parque.
¿En qué consiste la regulación?
El plan de regulación se diseña teniendo en cuesta tres aspectos principales:
- Normativa. Se establece una zonificación donde se especifican las zonas donde no está permitida la escalada, las zonas con restricciones temporales (tanto en sectores o vías en función de la fragilidad de la zona y la época del año) y las zonas en las que se permite la escalada durante todo el año. Se refuerzan y actualizan normativas anteriores como la prohibición de apertura de nuevas vías de escalada u otros aspectos sobre técnicas, modalidades y filosofía de esta actividad tenida en cuenta como tradicional. Se regulan las distintas prácticas de la escalada, como la escalada deportiva, escalada clásica, escalada artificial, escalada en bloque (Búlder) y otras actividades como el rápel y las vías ferratas. También se establecen los mecanismos de solicitud para la apertura o equipamiento excepcional de nuevas vías de escalada a costa de otras ya dotadas de anclajes, y para las reequipaciones de vías ya existentes. Por último se especifican las obligaciones del colectivo escalador y se dan una serie de recomendaciones para la práctica sostenible de la escalada.
- Seguimiento y actualización. El éxito del Plan de Regulación se fundamenta en su correcta aplicación y en el conocimiento científico. Para ello se marcan una serie de pautas y protocolos de actuación en colaboración con los agentes implicados (administración pública, técnicos del Parque Nacional, Agentes Forestales, investigadores, comité técnico consultivo de escalada, federaciones, asociaciones, clubs de montaña y el colectivo de escaladores) que permiten hacer un seguimiento y actualización de los datos para la adecuación periódica del Plan.
- Divulgación. Es indispensable que el colectivo escalador tenga conocimiento de las normas de regulación y además que las respete. Para ello se establecen las formas y medios para hacer llegar las novedades y el estado general mediante distintos canales de información y divulgación.
Escuela La Pedriza, Zona Pedriza Anterior, Risco El Yelmo, Vía Ziggy Stardust. (Autor: Marcos G. del Río)
¿Cuál ha sido el proceso de trabajo?
Las premisas de este reto han sido claras: Conocer, Valorar y Actuar (proponer)
Conocer: investigar y dibujar
Es imprescindible tener el máximo conocimiento posible de las zonas en las que se escala y las tendencias actuales. Un entorno como la Sierra de Guadarrama, tan cercano a grandes núcleos de población y de marcada tradición montañera, está repleto de vías de escalada, algunas con más de 100 años.
El equipo del Parque Nacional, en el que han jugado un papel fundamental los técnicos de montaña, ha elaborado un inventario de escalada muy completo. Se ha investigado en fuentes documentales antiguas, recopilado a partir de revistas y publicaciones especializadas, consultado a reconocidos escaladores y reconocido el terreno hasta plasmar el conocimiento adquirido y la experiencia del equipo de trabajo en un exhaustivo catálogo de escalada. De cada risco o sector de escalada se ha elaborado una ficha que, entre otros campos, cuenta con el nombre de la escuela o macizo al que pertenece, la zona en la que se ubica, el nombre del sector o risco, su número de vías de escalada, el número de vías equipadas, el número de vías semiequipadas o limpias, el número de vías expuestas o de escalada en solo integral (sin cuerda), el número de vías con equipamiento vetusto, tipo de escalada, afluencia, existencia de nidos y plataformas sensibles a la nidificación, etc. Este trabajo es continuo y en constante actualización. Hasta el momento el inventario lo componen 362 sectores de escalada en roca con unas 3.900 vías de escalada y 39 zonas de bloque. Sobre este inventario se basa la regulación propuesta.
Valorar: tener en cuenta más cosas
La información del inventario se ha georeferrenciado en un Sistema de Información Geográfica. Esta herramienta permite el análisis pormenorizado de cada zona al cruzar el inventario con mapas de sensibilidad ambiental, calidad, fragilidad, especies protegidas, accesos, etc. El Plan de Regulación ha de basarse en estudios rigurosos y científicos que avalen la toma de las medidas oportunas. Estas decisiones han de ser claras, adaptadas a las características del espacio natural y modificables en función de los cambios que se den, tanto en la actividad de la escalada como en el medio natural.
Además se han tenido en cuenta otros criterios ligados estrictamente a la escalada como es la importancia o la historia de determinados sectores o vías para tener en cuenta también componentes afectivos, históricos y deportivos.
Actuar: proponer una regulación y facilitar su seguimiento
Con los resultados obtenidos se ha propuesto una regulación basada en el dinamismo de las poblaciones y las tendencias, de forma que anualmente se repasarán los sectores en los que se permite la escalada, estableciendo cuáles pueden ser escalados libremente y en cuáles habrá restricciones temporales, bien del sector completo o de vías concretas.
Esta propuesta fue presentada a una nutrida representación de la escalada segoviana y madrileña para que expresen su opinión y hagan las aportaciones necesarias hasta lograr la mejor convivencia posible entre la escalada y la conservación.
¿Qué se consigue con la regulación?
Aunque a lo largo de esta entrada al blog se han ido desgranando los objetivos finales, a modo de conclusión se puede resumir que con la regulación de la escalada se pretende:
- Permitir la escalada en el Parque Nacional de forma ordenada, responsable y compatible con la conservación.
- Preservar y mejorar las poblaciones de especies protegidas y en peligro.
- Establecer los cauces de comunicación, mecanismos e instrumentos para contar con la opinión del sector de los escaladores
- Sensibilizar a los usuarios del Parque Nacional sobre la importancia de su fauna y flora, sobre sus paisajes, y sobre la necesidad de respetarla para poder hacer compatibles diferentes usos en el espacio protegido.
Por tanto, desde el equipo gestor del Parque Nacional se pretende que esta forma de regular las actividades sea la tónica general, conciliando la conservación con el uso y disfrute del espacio. Un trabajo en equipo en el que las conversaciones con los interesados han resultado fundamentales para crear el consenso y la forma de alcanzar los acuerdos necesarios.
Marcos G. del Río, Técnico Deportivo en Escalada.
Centros de Visitantes del Parque Nacional
Luis Navalón, biólogo.
Equipo de Uso Público del Parque Nacional,
Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación Sierra de Guadarrama