Regulación de acceso a La Pedriza: Invierno
A partir del 1 de octubre, entra en vigor el horario de invierno para acceder con vehículo particular al paraje de La Camorza.
Ver +El pasado verano la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio junto con otras administraciones involucradas, pusieron en marcha el proyecto de restauración del río Manzanares en su tramo alto, debido a los problemas detectados tanto en la calidad de sus aguas como en el estado de conservación de su ribera. Los motivos de esta pérdida de calidad son, entre otros, la masificación de visitantes, sobre todo en ciertas épocas, cuando la fragilidad y los riesgos para el medio natural son mayores.
Para ello, los técnicos del Parque Nacional propusieron, y posteriormente se pusieron en marcha, medidas de gestión encaminadas a compatibilizar la conservación con el disfrute de los visitantes, que se resumen en:
En general estas medidas han sido bien aceptadas por los visitantes, pero no todos las comparten, entendemos que en parte por falta de información, y se hace necesario explicar con mayor detalle las motivaciones que han hecho imprescindibles estas decisiones.
Veamos cómo se han valorado las medidas por parte de los visitantes:
Hay que tener en cuenta que estos datos se obtuvieron mientras se ponía en marcha la medida, en el momento más controvertido, y que es de suponer que con el paso del tiempo, los resultados de aceptación irán mejorando. En su día, cuando se prohibió el baño en la Laguna de Peñalara, hubo gente a favor y en contra de la medida, pero a día de hoy, la inmensa mayoría de las personas a las que se pregunte, con toda probabilidad, no estarían a favor de que se volviera a autorizar el baño en este emblemático lugar.
Según se deriva de las encuestas realizadas, parece que la medida de regular el baño, es la mejor entendida por los visitantes, y a más del 60% les ha parecido “bien” o “muy bien”, y solo a menos del 16% les ha parecido “mal” o “muy mal”. Parece evidente que impedir el baño mejora la calidad de las aguas, reduce las molestias a la fauna acuícola, y no menos importante, reduce el impacto sobre las riberas del río Manzanares, de gran importancia ambiental, por ser el espacio de transición desde “el agua al monte” y viceversa.
Menos entendidas por las personas a las que se le realizaron las encuestas son las otras dos medidas, asociadas al coche, del que tan amigos somos los madrileños, de limitar el paso de vehículos en número y horario, y de no permitir el estacionamiento nocturno.
Parece que la eliminación del “factor coche” es lo que incomoda. Es importante destacar, que en ningún momento se ha impedido la entrada de peatones, bicicletas o jinetes, sino simplemente se ha limitado el acceso a los vehículos particulares, cosa que por otra parte parece tener sentido en un espacio protegido con la máxima figura de protección, como es un Parque Nacional.
Y es que en estos casos donde el coche es protagonista, es más difícil ver los efectos positivos que han tenido las medidas, y por ello merece la pena destacar algunos de ellos:
El objetivo general de estas medidas es conservar, proteger y mejorar la calidad del medio natural en la Pedriza, y la recuperación del río Manzanares en particular. Nuestros abuelos disfrutaron de este entorno y nosotros lo estamos disfrutando; es cosa de todos que nuestros hijos y nietos lo sigan haciendo.
Los estudios realizados por los técnicos del Parque Nacional, antes y después de las medidas tomadas, han demostrado lo acertado de las mismas, al menos desde el punto de vista ambiental.
Han mejorado en gran medida algunos de los parámetros que nos señalan el estado de salud del río, como son las medidas físico-químicas de la composición del agua, la presencia y aumento de determinadas especies, la vuelta de las truchas en zonas como la Charca Verde, la mayor presencia de animales en zonas donde antes no se veían, etc.
Esto ha sido cosa de todos: de los técnicos que han detectado y concretado los problemas, y han propuesto medidas para solucionarlos; de los responsables políticos de varias administraciones que han resuelto adoptar esas medidas; y de todas las personas que han decidido aceptarlas, incluso aunque no estuvieran del todo de acuerdo.… Y debemos estar satisfechos por ello.
Obviamente, hay cosas que mejorar para compatibilizar el uso público de este espacio con su conservación y mejora, y los técnicos del Parque Nacional estamos en ello, buscando alternativas y opciones que permitan alcanzar un equilibrio sostenible entre las personas y la naturaleza.
Francisco J. Herrero Cobos.
Técnico de uso público del Parque Nacional