¡Cómo pasa el tiempo!
Pablo Sanjuanbenito García
Sierra de Guadarrama desde Ayllón
Escribo esta entrada en el blog de gestión el 25 de junio de 2023, justo el día en el que se cumplen diez años desde que su majestad el rey Juan Carlos I sancionó la ley de declaración del parque, aprobada unos días antes en el Congreso de los Diputados. Mi sensación es la del título de este escrito ¡Cómo pasa el tiempo! Volando.
Tengo esa doble sensación de que fue ayer, pero también la de que el parque lleva aquí toda la vida. En 2013 cuando se declaró el parque y me pidieron que me hiciera cargo de la dirección de la vertiente madrileña tenía dos hijos, una niña nacida en 2010 y un niño nacido en 2012. En 2015 nació mi tercer hijo Miguel que acaba de cumplir ocho años. Os preguntareis porque os cuento esto. Es para hacer la comparación del parque, con sus diez años recién cumplidos con la de mi hijo Miguel con sus ocho años. Es importante hacerlo así porque, aunque yo me sigo viendo en el espejo igual que en 2013 la realidad es otra, los cambios que he sufrido desde los 44 a los 54 años gracias a Dios han sido paulatinos y, por lo menos yo, no los noto mucho. Pero cuando veo los cambios de mi hijo Miguel, lo pequeño que era en el momento de su nacimiento y el personaje con su carácter y habilidades que es ahora a sus ocho años, veo la efectividad del paso del tiempo.
Al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama le pasa como a mi hijo Miguel tenía entidad antes de nacer, la sierra siempre ha estado ahí. Pero administrativamente no era más que una declaración de intenciones “sobre este magnífico escenario vamos a declarar un parque nacional”. Una vez alumbrado, como un recién nacido, el parque comienza su desarrollo.
Lo primero descubrir que hay algo más allá de nuestras fronteras, para la administración de la Comunidad de Madrid, Segovia era un terreno inexplorado, lo mismo era Madrid para la administración de Castilla y León, apenas había contactos. Tuve la suerte de tener como codirectora segoviana durante los 8 primeros años a Patricia, compañera de la escuela de ingenieros y excepcional trabajadora. Lo siguiente pactar como debían de ser los órganos de gestión y participación del parque, nombrar y convocar el primer patronato en junio de 2014 justo cuando se cumplía un año desde la declaración. A la vez acoger la idea del Organismo Autónomo de Parques Nacionales de firmar sendos convenios de colaboración, uno de préstamo de personal, que aprovechó mejor Segovia, y otro de inversiones que nos supuso un duro trabajo hasta 2016. Se hicieron cosan muy interesantes, bonitas y duraderas. Durante ese periodo empezó el trabajo de redacción del Plan Rector de Uso y Gestión que, con un importante proceso de participación pública, el apoyo científico del personal de gestión e investigación que llevaba los territorios del parque antes de su declaración, las bases de regulación que nos venían de parques nacionales y de las normas de cada territorio previas a la declaración y un gran esfuerzo por parte de los gestores vio la luz en 2019 en Segovia y en 2020 en Madrid.
El PRUG en Madrid se publicó en el boletín oficial el 29 de febrero, fecha simbólica donde las haya, y catorce días después comenzó el confinamiento del Coronavirus. Nuevo reto que asumir a escala mundial, pero también a escala parque con medidas a interpretar y aplicar durante casi 2 años, todo un reto para el parque que todavía no había cumplido diez años.
Y llega nuestro décimo aniversario y, como mi hijo Miguel, ya somos personita, tenemos nuestras habilidades y personalidad, estamos metidos de lleno en el selecto club de la Red de Parque e incluso tenemos un hermano pequeño que es el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves en Málaga. Pero como mi hijo Miguel todavía no somos adultos, estamos con los andamios puestos. Nos falta trabajar en desarrollo socioeconómico, en movilidad, en implantar nuestro plan de autoprotección, controlar algunas poblaciones de fauna desmandadas, retirar infraestructuras obsoletas, consolidar las que queremos que se queden y se encuentran en mal estado.
Son muchos los retos futuros, y seguro que necesitaremos otros diez años para quitarnos los andamios y echar a andar como un parque en pleno funcionamiento. En ello estamos y nos esforzamos cada día.
Pablo Sanjuanbenito García
Codirector Conservador del Parque Nacional en la vertiente madrileña