- You are here:
- Home
El anillamiento como técnica selvícola cercana a la naturaleza

El anillamiento es otra técnica selvícola que está probando el parque nacional para mejorar el hábitat por la presencia de madera muerta en el monte y para abrir “huecos” en el pinar con el fin de favorecer especies autóctonas que hay debajo de él
Si nos damos una vuelta por los senderos más recónditos de la Pedriza, es posible que, a nuestro paso encontremos pinos a los que les han quitado la corteza, a modo de doble anillo en la base del tronco. Es una nueva técnica selvícola que se está probando en el Parque Nacional, y que consiste en el anillamiento de la base del fuste de los pinos para cortar el flujo de savia. Con ello se consigue que primero, en dos o tres años, se seque y se muera el pino, y que, en años venideros, se vaya pudriendo de forma natural. De esta manera mejora el hábitat por la presencia de madera muerta que puede ser utilizada como refugio por las especies de fauna asociadas y como alimento de los organismos descomponedores del bosque.
Pino anillado en la Pedriza. Autor: PNSG
Se utiliza esta técnica como complemento a la corta del pino y otras especies exóticas (arizónicas y cedros) para poner en luz a otras especies que dotan al bosque de mayor biodiversidad y que en su madurez requieren espacio vital y luz para desarrollarse. Esta técnica está más cercana a la naturaleza pues el hombre únicamente interviene en anillar al pino dejando que el resto de procesos se realicen de forma natural y se abren huecos en el dosel de pinos de forma más gradual.
Estas actuaciones que está llevando el parque nacional están incluidas dentro de una nueva línea de trabajo de “liberación de bosquetes autóctonos”. Son pequeños bosquetes de especies de frondosas como encinas, robles, quejigos, mostajos, serbales, acebos, abedules, olmos de montaña que por diversas circunstancias han crecido al abrigo del pinar, pero ya con cierta edad necesitan más espacio y luz. Mediante la corta y el anillado se abre el pinar para que estas especies se desarrollen y contribuyan a diseminar sus semillas por nuevos lugares, fomentando la evolución hacia bosques mixtos más maduros y naturales.
Estas cortas puntuales, selectivas y de tamaño reducido imitan perturbaciones naturales de pequeña intensidad (derribos, roturas de fustes, remolinos de viento, corros pequeños de enfermedades y/o plagas, etc) y suelen generar respuesta rápida de la vegetación liberada. La madera cortada o anillada se dejará en el lugar ya que se pretende imitar a la naturaleza. Solo se eliminará los restos forestales de pequeño diámetro (ramas, ramillas y acículas), puesto que son los que generan mayor peligro de incendio forestal. La madera de mayores dimensiones será alimento y refugio de los organismos descomponedores del bosque, no habiendo una extracción de nutrientes del ecosistema.
Para saber más.