Una mirada microscópica a la Pedriza

Microepics inició su andadura observando al microscopio el agua retenida en las pilas o pilancones de la Pedriza, oquedades en la roca que dan particularidad geológica a esta zona del Parque Nacional

La campaña de muestreo de Microepics en pilas graníticas de La Pedriza arrancó la primavera pasada en el icónico bloque de El Cerdito, destino favorito de excursionistas en su paso por la pradera cercana a Cantocochino. Sobre esta mole de piedra hay tres pilas. En la más grande de ellas el aspecto era el de las fotos de abajo. Además de la suciedad flotante (migas de pan, cáscaras de pipas, mondas de naranja, envolturas de caramelos, diversos plásticos) y la presencia en el fondo de un lodo orgánico maloliente de varios centímetros de grosor, nos llamó la atención el color verde intenso y la densidad del agua.

El cerdito
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El análisis al microscopio mostró un cultivo masivo (¡aproximadamente un millón por mililitro!) del protista flagelado fotosintético Haematococcus droebakensis, que os mostramos a 1000 aumentos en la micrografía. Los flagelados fotosintéticos, componentes esenciales del fitoplacton, son capaces de fijar el CO2 del medio en compuestos orgánicos y suponen un eslabón básico (los productores) en la cadena trófica de un ecosistema. Pero, como en este caso, su proliferación masiva debido al exceso de nutrientes (eutrofización), puede tener un efecto nocivo que llega a provocar un empobrecimiento e incluso extinción de la diversidad biológica en el ecosistema.

Protistas flagelados como Haematococcus presentan además un interés añadido a su función en los ecosistemas, ya que de ellos se extrae el pigmento orgánico (carotenoide) astaxantina. Este compuesto es un potente antioxidante y se utiliza industrialmente como alimento de peces y crustáceos. En clínica la astaxantina se ha empezado a utilizar para tratar enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y prevenir el cáncer.

En pilas menos antropizadas de la Pedriza, también hemos encontrado otros flagelados fotosintéticos, como es Stephanosphaera pluvialis, en menor abundancia que Haematococcus en las pilas de El Cerdito y acompañado de una comunidad microscópica variada y saludable. S. pluvialis es un protista relativamente poco conocido y la única especie descrita del género. Se ha observado en medios acuáticos y también en bebederos de pájaros de jardines, por lo que se piensa que puede ser transferida de un lugar a otro en el plumaje de las aves.

Haematococcus
Stephanosphaera

Aquí los protistas nos han mostrado que pueden ser indicio de la existencia de un desajuste en el ecosistema y que la contaminación antropogénica puede tener consecuencias graves para la estructura y dinámica del mismo. Hay que cuidar todos los hábitats acuáticos del Parque Nacional. Las pilas graníticas de La Pedriza, como veremos en este blog a través de los ojos de Microepics, son excepcionalmente diversos en vida microscópica, sostienen una abundante mesofauna invertebrada, y las cabras montesas los utilizan en muchos casos como abrevaderos naturales.