Restauración de la cantera de El Jaralón
La cantera de El Jaralón es una antigua explotación de pórfidos abandonada en torno a 1980, que presentaba un estado de deterioro importante y peligroso en ciertas zonas.
La Comunidad de Madrid, a través del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, desde 2020 está abordando el proyecto de restauración ambiental y paisajística.
Algo de historia
Primera etapa, desde la apertura de la cantera hasta la postguerra. El lento avance de la corta, la ausencia de escombreras grandes y de pistas de acceso indica que los trabajos de cantería debían ser bastante artesanos, con muy poco uso de maquinaria y escaso movimiento de tierras. La extracción del material se hacía por el punto más bajo.
Segunda etapa (años 60 y 70). El avance rápido de la corta, la presencia de escombreras y de largas pistas de acceso indican que los trabajos de cantería se modernizaron, con empleo importante de maquinaria, gran movimiento de tierras y extracción del material por varios puntos (accesos perpendiculares al tajo) a diferentes alturas.
Última etapa, entre 1975 y 1980, se realizan los últimos trabajos y se abandona la cantera. La vegetación lentamente va ocupando las zonas que tenían algo de materia orgánica entre los montones de gravas y plataformas. Las construcciones se deterioran y se suceden las escombreras.
La necesidad de restaurar
Tras el abandono de la explotación, la zona queda como un área de 3,2 hectáreas en las que se suceden impactos paisajísticos y ambientales que, además de ser peligrosos, empobrecen la calidad visual y la experiencia de la visita.
Para subsanar estos impactos, la Comunidad de Madrid a través del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, comienza en 2020 un proyecto con el objetivo de conseguir una restauración ambiental y paisajística de las zonas adyacentes a la cantera, facilitar la regeneración natural y mejorar la calidad del medio natural.
Situación de partida
Un paisaje totalmente modificado por cerros artificiales de escombros y muros de contención semi-derruidos, más o menos camuflados entre la escasa vegetación.
Un escenario con el material de desecho de la cantera, amontonado durante décadas para facilitar la explotación, hacer pistas de acceso, zonas de carga, etc. Tras el abandono de la actividad, sin ningún tipo de restauración, la zona presentaba un estado muy degradado.
Los vertidos se acumularon en plataformas, cerretes y terraplenes de piedras y gravas con pendientes muy elevadas e inestables. Edificaciones en ruinas con riesgo de colapso, arquetas, muelles de carga y otros elementos se dispersaban por la zona.
¿Qué se ha hecho?
El objetivo del proyecto es naturalizar la zona y conseguir un relieve semejante al original. Con los años, la vegetación cubrirá el terreno, ocultando la restauración. La zona de actuación se dividió en siete áreas de trabajo.
Eliminación de construcciones
Se tiraron las casetas, arquetas, muelles de carga y muros de contención, retirando los escombros. Se han eliminado los caminos que unían las zonas de explotación.
Recuperación del relieve original
Se ha empleó maquinaria pesada para mover tierras, retirar elementos extraños, rellenar desmontes y eliminar los vertederos. Se suavizaron los relieves y los aterrazamientos.
Recuperación del suelo
El terreno sobre el que se ha actuado era prácticamente estéril, por lo que se almacenó tierra vegetal de la zona, apartando los primeros centímetros de suelo (más rico en nutrientes y propágulos de plantas) para extenderlo posteriormente. Se han construido albarradas que frenan la escorrentía y la erosión.
Un nuevo manto vegetal
Tras la restitución geomorfológica se inició un proyecto de revegetación que acelere la naturalización. El objetivo es favorecer y reforzar la regeneración natural con la plantación de especies autóctonas de árboles, arbustos y herbáceas tapizantes. Para ello se pretende favorecer la revegetación natural con plantaciones y riegos de apoyo para:
- Consolidar los taludes con especies leñosas y herbáceas que frenen la erosión.
- Revegetar el área para integrar paisajísticamente las antiguas escombreras.
- Naturalizar la cantera, con bosquetes de composición similar a las zonas de alrededor.
- Potenciar la vegetación autóctona y reforzar especies escasas como abedules, chopos temblones o quejigos.
- Hacer un seguimiento de los progresos y plantear acciones de mejora.
Futuro prometedor
Tan sólo unos meses después de las obras, la vegetación ya colonizaba zonas en las que se esparció tierra de la zona, rica en materia orgánica, semillas y propágulos de plantas.
Actualización de los últimos resultados:
Archivos:
Informe sobre el progreso de la restauración de la antigüa cantera de El Jaralón.